el interpretador ensayos/artículos

 

Nazismo Bizarro:

Versiones de Hanussen, el profeta del Tercer Reich

Juan Terranova

 

 

 

 

1. �Quién fue Erik-Jan Hanussen?

Erik Hanussen: el astrólgo de Hitler (1), artículo sin firma publicado on line por la revista Mundo Paranormal, comienza con esta frase: "Pocas personas influyeron tanto en la vida de Adolf Hitler como el misterioso Erik Hanussen, a quien durante muchos años se consideró el mejor vidente de Berlín". La mayoría de los datos usados para contar brevemente la vida del mago, pese a la pomposidad de presentación, son verificables: el peregrinaje como atracción de ferias y cabarets por Europa Central, la apertura en los años �20 de un gabinete de "orientación y videncia" en un antiguo barrio de Praga, en ese momento capital europea de la magia, su llegada a Berlín donde fundó dos revistas de buena aceptación y cierta fama, Die Hanussen Zeitung (El diario de Hanussen) y Die Andere Welt (El mundo del más allá), y finalmente, en los años �30, su contacto con un selecto círculo de nacionalsocialistas entre los que se encontraba Rudolf Hess, Goebbels, Heydrich y el mismo Adolf Hitler.

Llegado este punto, sin embargo, el texto se parcializa y se vuelve oscuro. Es evidente que el redactor, fascinado por el personaje, decide insistir en los detalles más morbosos de su relato con una indignación misticoide. Así, acusa a Hanussen de pervertido y arribista, sin precisiones de ningún tipo.

"Por las noches se reunían en la lujosa casa de Hanussen, el misterioso libanés Ismet Dzino y Hitler con altos dirigentes nazis y políticos berlineses y practicaban las artes ocultas. Werner Gerson aseguró en un escrito que �Hanussen es el Rasputín germánico, y sus sesiones secretas terminan en tenebrosas orgías�. Se sabe con seguridad que practicaba regularmente el tantrismo y que machos jóvenes berlineses acudían a dichas sesiones. Era de dominio público que se interesaba preferentemente por la magia sexual y en más de una ocasión se había podido observar que algunos orientales, siempre hombres, visitaban su consultorio."

El artículo señala como "discípulos" de Hanussen al conde Helldorf, que llegó a ser jefe supremo de las S.A. de Berlín y prefecto de la policía en Postdam, al general Hermann Niehoff, que en mayo de 1945 fue el último oficial de importancia en rendirse atrincherado en la fortaleza de Breslau, y al sanguinario Wimmer, Comisario General de Administración y Justicia.

Después de relatar el incidente del incendio del Reichstag, sobre el que volveremos más adelante, es poco más lo que se agrega. El resultado general es un texto que si bien informa, como ya dijimos, en ningún momento se priva de poner en duda la integridad intelectual y política del vidente, incluso cuando contradice todo sentido común: "Durante años, Hitler se movió y actuó de forma que las predicciones y consejos de Hanussen eran órdenes para el Guía germano".

Hanussen, el vidente de los nazis (2), otro breve artículo sin firmar que se puede consultar en editorilabitacora.com, reseña la vida de Hanussen de forma similar. Se condena con indignación su arribismo y sus relaciones con los líderes del nazismo, al tiempo que se mistifican sus poderes, tanto los políticos como los sobrenaturales. En esta versión de los hechos, sin embargo, Goebbels y Heydrich aparecen como enemigos del mago.

"El creciente entusiasmo de varios miembros del partido nazi por el hierofante irritaba poderosamente a Goebbels que veía a un charlatán de feria convertido es un influyente sujeto. El futuro ministro de la propaganda, junto con Heydrich, se encargó, sin dudar un instante, de hacer un chantaje al ayudante del mago y preparar un completo dossier sobre el origen y la verdadera personalidad de Hanussen."

También aquí se insiste en sus prácticas sexuales perversas especificando que tenía tres esposas y treinta amantes.

"De rostro cetrino, vientre muy prominente y feo, de su personalidad emanaba un encanto tenebroso que unido a su extravagante conducta sexual le llevó a ser el máximo triunfador en la vida nocturna del Berlín de comienzos de los años treinta."

Algunos datos de valor ayudan a delinear mejor a Hanussen. Por ejemplo, la descripción de los espectáculos son más acabadas.

"En sus exhibiciones de videncia en el Scala, lograba todas las noches un triunfo apoteósico. Sus ejercicios de doble visión, con la colaboración de cualquier espectador, provocaban la admiración de todos; adivinaba lo que un determinado caballero llevaba en su bolsillo o el desengaño amoroso que había tenido una señora diez años atrás, precisando con rigor hasta el más mínimo detalle. Sentado en su alta silla, con la luz de los proyectores hábilmente dispuesta para que le aureolase la cabeza, tras unos minutos de concentración, se sumía en trance mediúmnico y, con voz entrecortada, expresaba hasta los más secretos pensamientos del espectador o espectadora que se prestaba a la experiencia."

También se consigna su verdadero nombre, Herschmann Chaim Steinschneider y se da cuenta de su servicio en las trincheras de la Primera Guerra mundial. Al parecer, tras la derrota de 1918 y usando sus poderes, el vidente se habría dedicado a identificar tumbas de soldados alemanes o austriacos, desenterrar sus restos y, mediante una gratificación, remitirlos a sus familias. También se señala que era hijo de un comerciante judío de Bohemia y se introduce su actividad como prestamista, mediante la cual su poder sobre miembros del partido, como el Conde de Helldorf, habría sido todavía mayor. Aunque se menciona el incendio del Reichstag, se presenta la ambición desmedida en la práctica de la usura como la causa de su muerte.

 

2. Un libro

El libro de Mel Gordon, Hanussen: Hitler's Jewish Clairvoyant (2001, Feral House, Los Ángeles) seguramente aborda el tema con muchísima más objetividad y, sobre todo, más información. Imposible de conseguir en las librerías porteñas, todavía espera su traducción al español. De allí que nuestro único contacto con la investigación de Gordon, Profesor en la Universidad de California en Berkeley (3) y autor de libros con títulos tan sugestivos como The Grand Guignol: The Theater of Horror and Terror y Voluptuous Panic: the Erotic World of Weimar Berlin, se de a través de las reseñas que aparecen en Internet.

Una nota, firmada por Stephen Lemons, especialmente completa y titulada Hitler's Clairvoyant (4) puede consultarse en salon.com.

Todo indica que, en su libro, Gordon confirma el judaísmo de Hanussen y se apoya en esta paradójica ironía para construir su relato de los hechos. El planteo general del libro, sin embargo, va mucho más allá.

Según la reseña, Gordon fija el inicio de la relación entre Hanussen y Hitler apenas unas semanas antes de que éste último fuera nombrado Canciller el 30 de enero de 1933. Los resultados de las elecciones de 1932 no habían sido tan buenos para el partido nazi. Pese a que había retenido la tercera parte de los escaños, nada indicaba que Hitler fuera a ser elegido como máximo representante alemán. En este clima de dudas, fue que Hanussen recibió el pedido para una sesión privada en el Hotel Kaiserhof de Berlín.

Al momento del encuentro, el vidente tenía cuarenta y tres años y era, siempre según la reseña del libro de Gordon, "una estrella de rock antes de que existieran las estrellas de rock" que alimentaba "la voracidad de los alemanes de entreguerras por lo paranormal".

El titular del partido nazi había reparado en el mago cuando, en marzo de 1932, una de sus tantas publicaciones había confirmado, para un año más tarde, su llegada al poder. Muchos alemanes, para los cuales Hitler no era más que un "payaso megalomaníaco", se rieron de esta predicción. Sin embargo, en la reunión secreta, Hanussen habría hipnotizado a Hilter para después confirmarle su profecía.

La nota de Lemons trae pequeños fragmentos de una entrevista con el autor del libro. "Es como hablar del rabino preferido de Hitler, la gente enseguida espera el remate del chiste� dice Gordon�. Pero no es broma. Hitler y Hanussen se encontraron una docena de veces entre 1932 y 1933. Por supuesto, Hitler sabía que Hanussen era judío, podría haberse desecho de él tan rápido como hubiera querido. Pero eso no ocurrió hasta mucho después. El incendió del Reichstag, por supuesto, cambió todo."

La salida del libro de Gordon en Italia también produjo repercusiones en Internet. Igualmente inhallable en Buenos Aires, Il mago di Hitler. Erik Jan Hanussen, un ebreo alla corte del Führer (Mondadori, Milano, 2004) aparece reseñado en varios sitios de venta de libros. De Hitler e il chiaroveggente (5), una concisa y excelente crítica firmada por Massimo Introvigne, rescatamos este pasaje del libro de Gordon.

"Hanussen no se veía. Después, escondido en alguna parte del lugar, un órgano empezó a tocar música de Wagner. Las luces disminuyeron su intensidad y las que se encendieron irradiaban un cono de luz sobre el centro del escenario. Lentamente el escenario comenzó a moverse. En el centro, dos paneles se desplazaban mostrando una apertura. De esta apertura surgió majestuosamente un trono. Sobre ese asiento de ébano estaba Hanussen, envuelto en ropas de color escarlata. En sus manos tenía un enorme cristal que despedía reflejos de color, su cara se iluminaba con una expresión alucinada. [...] Hanussen empezó a hablar y parecía que su profunda voz llegaba al público desde las paredes. [...] Predijo el baño de sangre que sufriría Europa y la guerra contra Inglaterra y América".

 

3. El incendio del Reichstag

Se dice con frecuencia que el Partido Nacional Socialista "se hizo con el control" de Alemania cuando Hitler se convirtió en Canciller de la República el 30 de enero de 1933. En realidad, el gran giro en la historia política, no así social, de Alemania y toda Europa se dio después de la aprobación de la Ley para la Protección del Pueblo y el Estado del 24 de marzo de 1933.

Los nazis eran completamente conscientes de su falta de control de los poderes legislativos de la República. Para llevar acabo su proyecto de gobierno necesitaban  una ley que concediera poderes legislativos supremos al Gabinete de Hitler, liberándolo de todas las restricciones de la Constitución de Weimar.

Sin embargo, una ley así requería un cambio de la Constitución que a su vez implicaba la presencia de dos tercios de los miembros del Reischtag, y al menos dos tercios de los votos de los presentes. La aprobación de esta ley, conocida como Ley para la Protección del Pueblo y el Estado fue planteada cuando el mismo 30 de enero de 1933 Hitler presidió su primera reunión del Gabinete. La idea general era considerar la supresión del Partido Comunista para eliminar sus votos y lograr así la mayoría en el Reichstag. Sin embargo, el mismo Hitler expresó el temor de que esto provocara una huelga general.

Mientras los nazis intentaban cerrar un acuerdo con el Partido de Centro, con una sorpresiva brutalidad, el 27 de febrero de 1933, el Reichstag se incendió.

Aprovechando la incertidumbre y la agitación creadas por la agresión pero también los consecuentes disturbios provocados por las SA, el 28 de febrero se suspendieron los artículos de la Constitución de Weimar que garantizaban las libertades personales por medio de un decreto del Presidente del Reich.

El 5 de marzo de 1933 hubo elecciones al Reichstag. Los nazis obtuvieron 288 escaños de un total de 647 y el partido Comunista quedó al borde de la proscripción. Un joven comunista holandés, Marinus van der Lubbe, fue encontrado culpable del incendio, sentenciado a muerte y ejecutado. Van der Lubbe había admitido bajo tortura la responsabilidad del incendio pero siempre hubo dudas al respecto. Las sospechas recayeron tanto en los comunistas como en los propios nazis. Era evidente que éstos últimos fueron los que salieron ganando.

"El incendio del Reichstag �dice Gordon en la entrevista de salon.com� es una gran historia, el primer misterio de la Segunda Guerra Mundial y todavía no fue resuelto. Una especie de asesinato de Kennedy europeo. �Fue Goebbels el que de alguna manera convenció a un comunista, Marinus van der Lubbe, para que incendiara el Reichstag? �Lo hicieron los comunistas o hay ahí alguna otra historia? Desde el principio, los nazis dejaron entrever que Hanussen fue el responsable o, al menos, algo tuvo que ver."

�Cómo saltamos de la política de estado alemana al cabaret de un mago que da espectáculos en teatros?

Al parecer la noche de 24 febrero de 1933, en una reunión privada durante la inauguración formal de su Palacio del Ocultismo, importantes personajes de Berlín y varios dirigentes del partido nacionalsocialista vieron como Hanussen caía en trance y con voz quebrada vaticinaba un incendio monumental.

"La multitud... Una gran multitud en las calles... Todo un pueblo aclamando los desfiles de nuestros SS... Es de noche, desgarrada de fuego... Veo los reverberos iluminados, las luces de la alegría, la cruz en su vorágine de fuego... Es la llama de la liberación alemana, el fuego sobre las viejas servidumbres, el fuego que canta la gran victoria del partido... Ahora alcanza una gran casa... �Un palacio! Las llamas salen por las ventanas... Se extienden... Una cúpula pronto va a derrumbarse... �Es la cúpula del Reichstag que flamea en la noche!" (6)

La predicción del fuego en el Reichstag es el principio del fin de la historia de Hanussen. "Personalmente �dice Gordon� todo indica que Hanussen estuvo involucrado de alguna manera o, por lo menos, no podía no saber al respecto. También se puede creer en clarividencia, cosa que yo no hago. La otra historia es por qué lo mataron. En mi opinión, sabía demasiado."

Con este tipo de afirmaciones Gordon indudablemente lleva agua para su molino. Primero, da por sentado que fueron los nazis los que prepararon el atentado. Y al aceptar que Hanussen estaba enterado del supuesto complot insinúa que no pudo resistir la tentación de usar esa información, netamente política, para su show. De esa manera, su ambición como artista, la entrega a su público y al espectáculo, le habría costado la vida. Esto, por supuesto, le da un brillo muy especial al personaje.

Descartando la clarividencia, �no es más sencillo pensar que el vidente escuchó algo en alguna reunión o de alguno de sus confidentes, y lo usó en su acto, sin saber muy bien qué hacía? Por otra parte, lo nazis eran recelosos a un punto máximo. Cualquier cosa que les sonara a traición o deslealtad era castigada inmediatamente. La lógica era matar y después investigar. Como fuere, todo parece indicar que Hanussen murió por asumir un extraño riesgo artístico.

Hay, por supuesto, otras teorías. Hay sospechas, bastante poco fundadas, de que el vidente tenía filmaciones caseras con orgías homosexuales protagonizadas por miembros de la SA o que trabajaba para los servicios de inteligencia británicos. Otras versiones, recogidas por Gordon, dicen que Hanussen no entró en trance para realizar el vaticino, sino que hipnotizó a una conocida actriz checa, Maria Paudler (1903-1990), y fue ella la que tuvo la visión. También en algún momento se lanzó la hipótesis de que el mago habría hipnotizado en secreto al mismo Van Der Lubbe para que iniciara el fuego, aunque no se termina de precisar si fue o no a pedido de los nazis.

Más allá de cómo se cuente esta parte de la historia, después de la visión todo comenzó a derrumbarse para el vidente. El Führer le retiró su favor y sus enemigos personales se pusieron en marcha. El formidable Palacio del Ocultismo, donde hacía sus presentaciones, quedó clausurado, y sus reuniones y conferencias fueron prohibidas. Algunos de sus discípulos desaparecieron sin dejar rastro.

Hanussen reaccionó mal y publicó una descarga, que incluía la predicción, en el número de marzo del Hanussen Wochenschau, una de las revistas de su propiedad. El escándalo estalló. La noche del 24 de marzo de 1933, después de cambiar de domicilio varias veces por cuestiones de seguridad, Hanussen fue detenido por uniformados de la GESTAPO. Ahí la historia se enturbia en un contexto, el de Berlín con el nazismo recién llegado al poder, por demás caótico. También se dice que la detención se produjo en la entrada del Scala, donde el público fue informado de que no actuaría debido a una crisis nerviosa y la función se suspendió. Unos días más tarde, el Volkischer Beobachter, en su edición del 8 de abril de 1933, insertaba una pequeña nota. En las afueras de Berlín, entre Baruth y Neuhrof, en un pequeño bosque de pinos, un grupo de leñadores acababa de descubrir el cadáver de un desconocido, parcialmente devorado por animales salvajes. La identificación judicial presumía que el cuerpo había pasado una semana en la maleza. Ningún documento permitía su identificación. Dos días más tarde, un empleado de Hanussen identificaba a su patrón y, aunque el informe del forense señalaba que el cadáver aparecía acribillado a balazos, la policía estableció que se trataba de un suicidio.

 

4. Lo que sacamos en limpio

De lo que se entreve por Internet es posible sacar en limpio algunas cosas. A saber:

Hanussen era descendiente de judíos. Había nacido en el barrio pobre de Ottakring, en Viena, el 2 de junio de 1889. Aunque la familia había caído en desgracia, descendía en línea directa de Aaron Daniel de Prossnitz (1769-1809), un rabino hasídico apodado "Steinschneider" (Tallador de piedra), significado, según Gordon, que Hanussen retomará cuando en su juventud fabrique "amuletos cabalísticos estampando su cara con sellos de piedra trabajada". En algún momento, Hanussen se convirtió al cristianismo protestante y fue enterrado bajo los ritos de esa religión. En una carta escrita con tinta invisible, llegó a decirle a un colega antes de morir: "Siempre pensé que el asunto de los judíos era solamente un truco electoral. No lo era."

El 26 de febrero de 1933 el adivino inaugura el famoso "Palacio de lo Oculto", especie de "templo pagano" que corona su éxito comercial en la capital alemana. Según Gordon, las paredes estaban revestidas de oro y decoradas con estatuas alusivas de mármol de carrara. En un lugar privilegiado del hall central, una colosal estatua en bronce representaba a Hanussen vestido con una toga de emperador romano, acompañada por dos videntes de la mitología clásica, el oráculo de Delfos y la Sibilla griega. Detrás de la estatua, terrarios contenían serpientes exóticas y reptiles de todo tipo. La estatua de Hanussen tenía el brazo derecho levantado en el típico gesto nazi. Según Gordon, en su espectáculo, Hanussen hacía coexistir los trucos más vulgares con fenómenos todavía incomprendidos por historiadores y parapsicólogos.

Hanussen publicó varios libros, entre ellos, una exitosa autobiografía titulada Las líneas de mi vida, donde se defendía de ataques políticos y rebatía las acusaciones de nazi y charlatán. (7) Después de su asesinato, su bien abastecida biblioteca de temas ocultos fue confiscada y nunca más se supo de ella. Sintomáticamente, al mismo tiempo la mayor parte de las editoriales de astrología y ocultismo cerraron sus puertas. El famoso almanaque esotérico de Elsbeth Ebertin dejó de aparecer. Sólo sobrevivieron algunos periódicos anodinos del tipo "horóscopo del día".

Por su origen judío y su confuso final, Hanussen nunca entusiasmó a los cultores del "nazismo mágico", conocido también con el nombre de "ariosofia".

Sin bien la relación de Hanussen con el atentado nunca se probó, todo el material consultado coincide en que las causas de su muerte en manos de miembros de la SA estuvieron relacionados con el incendio del Reichstag.

 

5. La mirada de Szabó

En 1988 y a meses de la caída del muro de Berlín, se estrenó Hanussen (8), coproducción húngaro-alemana dirigida por Itsván Szabó. Basándose supuestamente en la autobiografía del vidente, Szabó toma de entrada dos decisiones importantes sobre las que se va a desarrollar todo el film. Primero, los poderes de Hanussen son reales. Segundo, Hanussen no apoya, por lo menos a conciencia, al partido nazi. La versión de Szabó, entonces, presenta a un Hanussen sensible, melancólico, víctima de la coyuntura política.

Las primeras escenas de la película muestran una línea de soldados en las trincheras de la Primera Guerra mundial. Durante un avance, Hanussen, que todavía es Klaus Schneider, es herido en la cabeza. En el hospital de campaña donde se recupera, traba amistad con un doctor húngaro, freudiano y judío. Luego, en ese mismo lugar, convencerá a un suicida, agotado de guerra y miseria, para que no detone una granada que lleva oculta entre sus ropas. Revelados sus poderes para la hipnosis, el doctor le da contención y le promete su ayuda. Mientras trabaja en la construcción de un cementerio de campaña, el vidente ya recuperado de su herida conoce a un capitán que será su representante. La guerra termina y en un tren hacia Praga, Klaus Schneider cambia su nombre. Praga se rinde ante sus poderes. Hanussen seduce a público y mujeres por igual. Sin embargo, cuestionado por las autoridades, emigra a Berlín donde también conquista a la prensa e ingresa a los círculos más exclusivos de la elite alemana de entreguerras.

Aunque durante toda la película el vidente se declara ajeno a la política, cuando se presenta no puede hacer otra cosa que predecir un futuro nazi. Sus profecías son imparciales, "Ese odio puede convertirse en armas en manos de un demagogo" llega a decir, pero, por supuesto, son tomadas como proselitismo. Enseguida le piden que adivine quién será el próximo canciller de Alemania y él se rehúsa. Cuando termina cediendo ante la presión, lo acusan de transformarse en "el propagandista de Hitler".

Aunque Stephen Lemons critica la falta del elemento judío en la composición del personaje ("starring Klaus Maria Brandauer in the strangely aryanized title role"), el tratamiento que da Szabó a la Alemania pre-nazi y al nazismo mismo, lejos de la obviedad y el efectismo, es convincente, incluso sutil. La película no abusa de símbolos, no hay disfraces ni exabruptos. Con música de Wagner, los espectadores aplauden un film de propaganda donde aparece, por única vez, de forma lateral, la imagen de Hitler. En este sentido la película, más allá de los también excelentemente retratados poderes del vidente, es de neto corte realista.

Las opciones tomadas por Szabó, eso sí, contradicen las comprobadas relaciones de Hanussen con los líderes del nacionalsocialismo. Quizás el mejor ejemplo sea el encuentro con la cineasta del Reich. En una fiesta, una mujer rubia, vestida de hombre y peinada a la gomina, se presenta ante Hanussen como Henni Stahl y le da concejos para utilizar mejor la iluminación del escenario. "La luz es un gran mago" le dice y luego lo cita para una serie de fotos. "Henni Stahl" es, sin duda, una apócope anagramático de Leni Riefenstahl. Las sugestivas posturas con las que Hanussen posa para ella luego serán adoptadas por el mismo Hitler cuando le toque aparecer en la prensa. Por supuesto, al descubrir el engaño el Hanussen de Szabó se indigna. Sin embargo, la influencia y, más aún, la colaboración de Hanussen con Hitler, es verosímil y hasta probable. "En el entorno de Hitler se murmuraba que Hanussen lo había ayudado a perfeccionar el poder de seducción que ejercía sobre las masas durante sus mítines políticos" dice Philippe Ilial en su ensayo Hitler et les sociétés secrètes. (9)

Sobre el final de la película, el incendio del Reichstag dispara el desenlace. Mientras se organiza la detención de Hanussen, un burócrata habla por teléfono y deja caer la responsabilidad sobre los nazis. "Para que teman los ajenos, golpea a los tuyos" dice.

La película de Szabó es casi una novela de aprendizaje, la historia de cómo un veterano de la Gran Guerra se vuelve un importante e influyente artista. El espectador se identifica con el personaje y su muerte a manos de los SA se presenta como un final trágico.

Esta versión, por lo tanto y como ya dijimos, muestra un Hanussen víctima antes que cómplice. La confrontación de la película con otras fuentes demuestra cómo es la política el tema central de la historia de Hanussen, y no tanto la clarividencia.

Contra la idea de que los bandos podrían dividirse entre creyentes en sus poderes y detractores que lo tildan de charlatán, el nazismo funciona como catalizador y entonces tenemos la versión del arribista y la versión de la víctima. Los poderes de Hanussen, que si son dudosos en el plano de lo mágico indudablemente existieron y rindieron sus frutos en el del espectáculo, quedan subordinados así a cómo se mire su relación con el nazismo, que, una vez más, resulta un potente generador de historias extrañas.

 

 

Notas

1. http://www.mundoparanormal.com/docs/enigmas/erik_hanussen.html

El texto aparece sin firma y remite al mítico número 38 de la revista Más allá dedicado a todas las variantes del "enigma nazi".

2. http://www.editorialbitacora.com/armagedon/hanussen/hanussen.htm

3. En la reseña de la traducción italiana citada más delante se señala un error. Dice Massimo Introviegne, autor de la crítica: "Mel Gordon, docente presso l'Università della California a Berkeley (e non presso una inesistente "Università di Berkeley", come erroneamente riporta la quarta di copertina della traduzione italiana) [�]"

4. http://www.salon.com/people/feature/2002/02/27/hanussen/print.html

5. http://www.cesnur.org/2004/mi_hanussen.htm

6. Este párrafo, citado asiduamente, está sacado del libro de François Ribadeau Dumas, Hitler et la sorciellerie (Librarie Plon, París, 1975; traducción al español, El diario secreto de los brujos de Hitler, Ediciones Martínez Roca, Barcelona, 1980). Se trata de una reconstrucción y es una texto más poético que testimonial.

7. En un sitio italiano de venta de libros,

http://www.ilgiardinodeilibri.it/libro.php?lid=4560

se ofrece uno escrito por Hanussen, titulado Lectura del pensamiento. La descripción del libro dice: "Divenuto famoso per le sue doti di chiaroveggente e per la sua capacità di leggere il pensiero, Hanussen scrisse quest'opera per spiegare in 12 lezioni le tecniche di lettura del pensiero. Integrando il suo talento naturale con una cultura psicologico-scientifica, l'autore espone metodi, tecniche e trucchi che comprendono telepatia, ipnosi, rabdomanzia e radiestesia."

8. El Internet Movie Data Base dice que hay una película anterior, titulada simplemente Hanussen y estrenada en 1955. http://www.imdb.com/title/tt0048147/

9. Es posible leer un fragmento del ensayo en

http://www.lesmysteresdutemps.com/article_hitler_1.htm

Se trata de un texto breve, mayormente inspirado en el ya citado Hitler et la sorcellerie de François Ribadeau-Dumas.



Juan Terranova

 

 
 
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Juan Terranova

 

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