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����������������� "s� que en Iowa ahora deben estar llorando los ni�os en la tierra donde se deja a los ni�os llorar" Jack Kerouac
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Cae la tarde y vos no est�s,
cae la tarde y dan ganas
de llamarte.
Se termina el d�a.
Cae la tarde y es hora
de abandonar la playa.
Caen gotas, y la luz
es m�s tenue.
Los turistas se cansan
y los habitantes comienzan
a abrigarse m�s.
Cae la tarde y las sombras
de la noche
se apoderan de la ciudad.
Cae la tarde y una fina
lluvia apaga las hogueras
de la noche; a su paso
el vapor escupe holl�n
y abate
su penacho largo y negro. (Th. Gaultier)
Antes de sumergirnos
en la marea incesante de Benar�s,
cuando cae la tarde y miles
de criaturas se acercan
a mojarse al r�o y
a expresar su devoci�n por
seguir latiendo,
hicimos un pacto:
nada de flash-backs,
cada quien ten�a
su pasado,
superestresante.
Cae la tarde y con ella la esperanza.
Cae la tarde y aparecen los aviones de la RAF,
cae la tarde y llega la noche
en la Costa del Sol.
La ciudad se dibuja tranquila
y solitaria sobre el cielo
azul, con edificios de balconadas
graciosas, pintadas de amarillo.
Cae la tarde y Gilberto Gil
guitarrea en la terraza de su departamento,
en uno de los edificios
de la colorida Vila do Farol.
Cae la tarde y el mundo sigue,
algunos �rboles se tuercen,
a�n no sabemos d�nde
vamos a dormir.
Cae la tarde, y Anah� debe marcharse.
La caravana avanza. Se desata la tempestad.
Tu hija te ruega para que la lleves al desfile de la rambla.
En el altiplano una vaca da de mamar a su ternero,
junto al lago Titicaca.
La arista de roca, un pa�al tendido,
y, encima de todo, el aliento de la anchura,
el vaho de sal y de miel
del verano levantino
cuando cae la tarde.
Y entonces Sig�enza
percibe el grito interior
sobrecogido: ?�Campo m�o!? (Gabriel Mir�)
Cae la tarde, y la verdad
es que hipnotiza.
Cae la tarde y el sol impiadoso de febrero.
Cae la tarde y el viento arrecia,
y esper�s paciente.
Cae la tarde, y Christopher tiene
mucho �nimo para desvelarse
esta noche.
Desde las escaleras de una escuela
de medios audiovisuales
en la Pcia. de Buenos Aires,
se vislumbra la silueta de un hombre
de estatura mediana.
A la hora en punto de la cita,
Viggo Cormanti -las manos le tiemblan,
el cabello rubio destella
humedecido por la lluvia, (...)
- est� al fin ante m�. (*** ??)
La tierra compacta de la Sierra de Ju�rez,
al pie de la Rumorosa, entre Mexicali
y Tijuana, se ilumina por el tono
rojizo de un sol que parece
llorar sobre el imponente y m�gico
desierto de la Laguna Salada.
Cae la tarde, y en la tr�gica esquina
de avenida Rivadavia y Cabral,
es arrollada por un cami�n
Isabel Elisa Mart�nez de Ibarreta.
En ese inmenso silencio de los templos
tibetanos,
el buda reencarnado va
durmi�ndose.
Cae la tarde y el mundo sigue,
y la luna se asoma.
Hoy probamos otro misil de largo alcance.
En la Plaza Italia comienzan
a juntarse los que celebran
la muerte de Pinochet.
Cae la tarde y Boca pierde 2 a 1.
Cae la tarde, y en el cielo de Madrid.
Cae la tarde, y cae la noche,
me llama el Carlos
pa un g�en derroche.
Peppermint abre el armario
de espejo de su cuarto.
Me hacen se�as
de que el s�quito
comienza a impacientarse.
Cae la tarde y no est�s,
y el mundo sigue.
Todos se dedican a tomar mate
en las lejan�as,
los obreros se han quedado
hasta casi las siete, y ahora
atardece. Despu�s pongo algo en el tocadiscos.
En el Quadrado,
la plaza central de Trancoso,
se re�nen los j�venes del lugar
para disputar su partida
diaria de f�tbol.
La centuria romana
que acompa�aba a la cofrad�a
se va abriendo paso. El trono
sale a la calle
y era la historia de una Semana Santa.
Son recuerdos.
Cae la tarde y pienso en Cort�zar,
en la lucidez abismal de Pizarnik,
en todos ellos
(y en todos nosotros).
Cuando cae la tarde
y llega el momento
de recoger el ganado,
acaba el canto de Sileno.
Cae la tarde y tambi�n cae el siglo. (??)
S�, la fuente del Bicentenario.
Esa agua que te empapa lento,
sentado en una banca,
mientras cae la tarde,
y anochece.
Cae la tarde y los antimineros
posan para la foto. Eligieron
la ruta 23
como escenario.
Cae la tarde y yo duermo.
Cae la tarde y el teatro se despierta.
En el patio de Morgan
cae la tarde y alcanza
a verse el cielo enrojecido
a trav�s de las ramas del toronjal.
Juan Cobos Wilkins recuerda
camino del hotel Los Godos,
donde pernoct� Paquirri antes
de su cogida mortal.
Una luz tostada ti�e
de ocre-rojizo ese inmenso y �rido
territorio cedido por Argelia,
[(...) 250.000 personas
en jaimas y peque�as
construcciones de adobe.]
Cae la tarde y los lirios mueren
y anochece sobre el Mar Menor.
A la salida del cementerio me despido
de mis compa�eros de tour.
Platico con el Capit�n Meda
sobre los viajes pasados y futuros
del Ori�n a la Ant�rtida;
me se�ala una familia de delfines
Turciops trucantus que juegan en la proa.
Y sin ning�n efecto de interrupci�n
se lee un pasaje que describe la belleza
de esta hora del d�a, con sus escenas
caseras y t�picas, y la evocaci�n
de los ruidos del lugar y de la hora
en que regresan a casa
los lugare�os (Martha E. Allen).
Cae la tarde y sigue sin haber rastro
de tierra. Los chicos tienen hambre, lloran...
Cae la tarde y con ella un disparo,
cae la tarde y el calor pone a sudar a Caracas.
Cae la tarde y Quasimodo no da signos de vida,
y cae la tarde y atracamos frente a Qasr Ibrim,
el �nico monumento que permanece
en su sitio original. Estaba en lo alto
de un acantilado, dominando el Nilo; hoy,
las aguas lamen sus cimientos.
Cae la tarde y se iluminan uno a uno
los puestos de comida callejera,
los corros de los cuenta cuentos,
encantadores de serpientes, tragafuegos
y dem�s. El sonido del bullicio
y la m�sica de la plaza te llega
entremezclado con los olores de los puestos
callejeros de especias y comidas.
Cae la tarde y la ciudad se dibuja
tranquila y solitaria sobre el cielo
azul, con edificios de balconadas
graciosas pintadas de amarillo.
Las �ltimas luces del d�a cubren
con su manto gris cobalto
el horizonte marino. Cae
la tarde y volvemos a casa
caminando,lentamente. Y el tiempo refresca,
nos vamos a los merenderos
a comer y beber con la familia o
con los amigos, sin restricciones.
Y los �lamos modifican
las estrellas. Llena un grito
todo en torno
a este observatorio.
Estamos de nuevo en Puerto Natales.
Indudablemente, Salto del r�o Serrano.
Cae la tarde y los pescadores
salen a dejar sus redes
que recoger�n al d�a siguiente. (Oneidaw)
Y Angelique est� muy deprimida,
no ha parado de llorar
y eso pone mal a Dulce...
La terraza de este caf� comienza
a llenarse cuando cae la tarde
y es punto de encuentro
de muchas caras conocidas.
Dos tequilas en un garito,
este veneno que no mata.
Cae la tarde y los monos de Sumatra
se mecen impasibles ante la boca
est�tica de un caim�n.
Ya cae la tarde y descansamos en Fuente Bermeja,
al sur del Navalperal,
suena una banda holandesa de nombre escandinavo ?Igdrassil- en el CD-player.
Los turistas se cansan
del asedio de los vendedores
de puros y ron,
luego cae la tarde y van
como corderitos a contar
sus provisiones.
Cae la tarde y se cierra el santuario,
Cae la tarde y los feganuh�s se disponen a cenar.
Cae la tarde y el paisaje se abre
y el calor cedi� unos grados.
Cae la tarde y el tren se acerca a Malang.
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Poema realizado con los resultados de una b�squeda en Google mediante la frase
?cae la tarde y?
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Carlos Gradin
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