Casa del lago, 1976. Jos� Rosas Ribeyro, Mario Santiago, Cuauht�moc M�ndez y Roberto Bola�o.

el interpretador infrarrealismo

Todas las ma�anas pod�amos besarnos 
y por eso empezar a tener fe en la tierra

por Mara Larrosa

TODAS LAS MA�ANAS POD�AMOS BESARNOS Y POR ESO EMPEZAR A TENER FE EN LA TIERRA

por Celestin Freinet

Abandon�bamos la primaria pero dej�bamos todas sus ventanas con murales, sus paredes con nuestros frescos. Quedaron ah� nuestras formas m�s profundas de sentir la vida: las hicimos crecer en las paredes con troncos anaranjados desde el �frica hasta Am�rica; quedaron en las ventanas de la escuela las entrepiernas calientes de las costas; los aromas que hab�amos conocido; nuestros OJOS. En todos los salones grabamos lo denso de nuestras familias; pintamos los bosques, los elementos del aire, los hombres de la calle, las hojas de las plantas. Pintamos muchas cebras, pintamos muchas mujeres. Nos sorprend�an los desniveles naturales de la humedad, de las arenas; los desniveles de los animales que �ramos; la descomposici�n de los tallos, el crecimiento desbordado de las ra�ces, el aluminio oculto en la Tierra, la fragilidad de algunas plantas. Algunos hicieron caballos espantosos con mujeres desgre�adas cruzando soperficies lisas buscando el amor. Otros, la suavidad y la ternura de los objetos de barro. Yaing hizo claramente sobre los mosaicos de los ba�os la redondez de la Tierra, los puertos chinos, los nidos comestibles de las aves. �l era como los hombres que parten a las junglas en busca de la Rafflesia, que no mueren hasta oler su pestilencia y creer en sus inmensos p�talos escarlata. Entonces nac�a mi amor a la vida y el misterio de sentir mis ojos de mujer y reconocerlos semejantes a TODOS los ojos de las mujeres y los hombres. Fue en esa Freinet donde empez� a defender mi amor largu�simo, como si naciera desde el agua, desde los minerales m�s rojos y calientes. Con el amor descubr�a la inmensa evoluci�n en la que estamos; en esta incandescencia natural que es el inicio de la capacidad de CONTINUARNOS UNOS EN OTROS:

Abr�amos los ojos: PURO VIENTO

���������������������������������� por todos los poros

���������������������������������� en todas las ciudades. El viento que ha salido de las bocas al hablar, el aire que llega tibio porque nace a la orilla de los r�os, a la orilla de los cuerpos humanos. El aire.

Pintamos la luz, el aliento de los seres vivos y en ese Hacer empez�bamos a reconocer lo inventado, a sentir el peso y las dimensiones del mundo. Despu�s nos encontramos con los tanques y los soldados en las calles.

As� como Tanai com�a los pescados blancos, crudos,

as� como las galaxias tienen los brazos enredados

���������������������������������������������� abiertos

���������������������������������������������� d�biles

as�, los lugares ignorados por el ojo terrestre estaban ah�: eran los que hab�amos pintado en las escaleras de la Freinet. Esos secretos dulc�simos han sido borrados, �d�nde SENTIRLOS ahora, d�nde?

����������� La arcilla

����������� la humedad que nos hacen sentir los helechos con esporas

����������� las reses lami�ndose las colas

����������� mujeres atravesando el espacio del mundo reconociendo su miseria las ���� ca�adas

����������� Nuestras huellas des�rticas de descarnaci�n y abandono

����������� mujeres homosexuales echadas en el mar con abanicos y ojos de locas

los p�jaros se quedan zumbando

����������� y los hombres lentamente meti�ndose a los r�os,

deseando la ternura femenina, su aliento

����������� Los ni�os enloquecidos POR EL HAMBRE

ANTE FILAS DE SOLDADOS ENLOQUECIDOS POR LA SOLEDAD �no escuchan con frecuencia en cualquier parte del pa�s el doloroso llanto de los ni�os, no est�n mirando sus cuerpos perdidos en la inercia?

Ahora compramos higos en las calles. Zanabria me parece el coraz�n del Continente y mi ropa est� colgada en cualquier parte, siempre h�meda, desprendiendo el olor de las razas femeninas; mi ropa descuidada, usada, que apesta porque contin�o, prolongo lo que iniciamos todos al pintar la Freinet; lo que se inicia con la aparici�n del hombre y la mujer en el Planeta: la lucha por entender los secretos de las especies, la� vida misma.

Nuestra experiencia de ara�ar los muros de la primaria, de dejarlos deformados con nuestras visiones nos han preparado para VIVIR lo HERMOSO y lo TERRIBLE. Este origen de frescos y murales nos ayudar� a cruzar las ciudades lo m�s �NTEGROS que sea posible, a defendernos de los soldados y los tanques en las calles.

EN TODAS PARTES SE OYEN LOS RUIDOS HUMANOS.

AMOR M�O:

Como la m�sica queda viva en el espacio para siempre

�as� quedar�n nuestras voces, nuestros gritos, nuestro olor aunque ya no vivan ni respiren nuestros cuerpos?

Los maestros lloraban recorriendo la Freinet toda pintada.

Agosto, hola poeta, te amo

Recib� la carta ayer / bajo un tiempo de verano en la ciudad con cielos desocupados, miramos las laderas del valle y el resto de las sombras y despojos que nos rodean.

TU POEMA ES CIERTO

Por la estaci�n, la hora de la noche es sofocada, taimada / remover las almas es dif�cil / Un solitario (a solas) (y nosotros� pasamos sobre �l / revuelva su cabeza humana en el lodo de la banqueta, hora del d�a para verlo solucionar su angustia metido en el charco / Xochimilco, galeanas y cris�lidas sueltas en el aire -cabeza en el lodo- la crueldad y el aroma de las toronjas est�n juntos aqu�. /Se podr�a decir que est� preparado el terreno para la guerra. M�xico est� hecho de explotaci�n pura y chorreante, pero no suceder� nada en mucho tiempo / Armaduras religiosas de temores enormes, /armaduras de comodidad. Irregulares corazones / cada materia, cada utensilio est�n determinados, nadie descompone los usos ni el orden que tienen -el mismo significado en los cerebros / el zumo de nuestras frutas internas con sus pulpas dificilmente llegan a tener poder, lo que hacemos no llega a tener funci�n tan precisa como la del trabajo de las propias armas para la propia riqueza (los trabajadores antiguos al regresar de la vi�a, todos los d�as, grababan la forma de sus herramientas sobre la roca, murales llenos de signos de trabajo).

Ojos r�gidos / ojos engranados, valiosos, nobles, adoquinados, interferidos. Ojos / ojos de cer�mica. Ojos de bailarines / de esmeralda cuando est� en los dep�sitos del suelo / fragmentos de estelas para creer en la felicidad / labios de dioses y beb�s / portafolios con bombas / pa�ales tendidos sobre las rocas mar�timas / alimentos almacenados. Tanagra sosteniendo su rostro sobre Grecia / ojos ateos / ojos decorados.

Alguna vez ser� cad�ver y los reptiles seguir�n viviendo. Tanagra bailarina, germen, primer tallo, OJO DE VIDA.

Alfonso baja los caracoles de la tabla -hembra y macho, colores diferentes / hoy aprend� a dibujar un escorzo de pie, las piernas suaves del modelo con ojos materia. D�as sin abarcar lo familiar, que en m� fracasa y se convierte en dolor / me lleno de embriones de odio y dudas / los oigo caminar por las habitaciones nuevas y no reconozco el amor, siento miedo de la vida si platico con Blanca/.

Alguien amar� los �ltimos patos del lago, alguien amar� el vol�men del mundo, la intimidad, los rasgos de cada edad, de las rocas que alcance a conocer.

Las lenguas mojadas, los genes, las canteras / ya no hay ni renos ni osos �alg�n d�a no habr� humanidad? �nos importa eso?, cada uno es su peque�o ciclo humano, que puede sentir lleno de almas o sin alientos / siento que hay ?algo? que siempre ha vivido, hubiera o no agua / cayeran o no los vientos / habitaran brazos o escamas / algo que es eterno, que puede hoy tener la forma de hombre y r�o, peral, monta�as de espuma, ?ni�os tap�ndose con pieles de coyote?, pueden ser tus ojos, estos vientos, pero no son esas formas las perdurables, sino lo que hace que ellas existan, respiren. O el bien y el mal, para los hombres el mal es lo que nunca han alcanzado a comprender y que sin embargo presencian cada d�a con su propia vida.

Te escrib� unas cartas tristes a Barcelona �las tienes? Escrib� a Salom� y a Carmen �llegaron? m�ndame muchos poemas, muchos poemas, much�simos, todos, poemas poeta que m�s amo, siempre te amo ( y sue�o contigo) adi�s, el d�a es opaco, adi�s.

ESPALDAS NEGRAS

a Roberto Bola�o

He visto tu cuerpo mujer, hombre, en la ciudad

He estado solamente vi�ndote los ojos humanos

He estado junto a tantas mujeres que tienen los labios pintados

En la Tierra nacemos con la piel limpiecita y hay tantas mujeres que siguen usando sus pa�oletas desde la adolescencia, la sal les sale de los sobacos y los dedos.

Despu�s de haber comido el musgo de las grandes paredes, de chillar en los ba�os de la primaria, de besar el pene de Juan Pablo a los 10 a�os, tengo miedo de mover las piernas y los brazos. Ni mi voz ni mi cuerpo han desordenado el espacio y as� creemos florecer sobre el invierno urbano.

Es la luz lo que tiene que entrar en la oscuridad, por eso me han crecido los �rboles en las orejas, por eso se ha extendido mi esencia femenina hasta ti, tan cercano tu sexo, tu vientre plano, hermoso. Hasta ti temblando, para ti derramando: me he dado cuenta que somos semejantes. Amo tus piernas blancas, tus brazos blancos.

Por otros es por quien amo, para los otros.

Soy feliz por oler a tanta gente.

Ahora, en Ecuador, el agua se llena de garzas; ahora, mientras se desarrollan nuestros ojos y F pide que le sirvan con vaso de vidrio en los caf�s, he sentido TODO lo que nos falta para ser humanos precisos.

F adolescente parte a una mina de sal; le crecer�n los brazos, y a otros muchachos tambi�n les crecer�n despachando farmacias, fabricando las telas, los zapatos, y todos son como el agua que est� oculta en la Tierra, y todos somos los que hacemos el ruido en las banquetas, en las camas.

Amo a F porque est� hecho de agua y de hombres.

Gauguin: �a d�nde vamos? �ganaremos la forma humana? �qu� es esta larga germinaci�n que se mueve desde antes que t� conocieras las espaldas negras con el pelo lacio? �esto que se mueve es acaso el amor largo para que nunca

m�s hayan Charlots en las ciudades?

PROGRESO

las parejas se soban /sillones rotos, espejos y puertas, siempre lo mismo, siempre admir�ndolo. Los colchones del hotel est�n sucios / ponen el futbol a todo volumen / las parejas se soban /

nos ponemos los trajes de ba�o h�medos y SENTIMOS el tiempo en el cuerpo y la mente sobre grandes extensiones azules que han invadido los cielos los pechos / sexos ocultos bajo telas sudadas y caballos marr�n que atraviesan las arenas /

porque hemos venido al mar como toda la gente y nos averg�enza tener sue�os homosexuales como toda la gente /

los pelos lacios de los norteamericanos frente al agua caliente del Caribe, y con sus tenis envidian todas estas camas en las salas, la m�sica y los vestidos de algod�n /

las columnas vertebrales dirigen nuestros espacios y nos relacionan con el agua animalmente (�qu� es lo m�s bello del planeta?)

no hay un solo barco en progreso, los muchachos que manejan las motonetas en los tabiques mojados hoy se revuelcan en el agua como acto de liberaci�n-desesperaci�n / ellos nos han amado esta vez:

viendo ciclistas los torsos saliendo del agua torsos en evoluci�n biol�gica sentimos un mundo irremediablemente amado, salidos a desbaratar los miedos.

la vida transcurr�a ferozmente, nos hab�amos bajado a tomar caf�s con leche en las barras de las estaciones tropicales. Adentro dividen los cuartos con telas de algod�n / pies con calcetines / algunos fondos entre las piernas /

conocimos cada hora / calamares y sirenas volando en las paredes, rocas negras donde se estrella el mar, los OJOS del mar (no nos quedaremos debajo de los p�rpados) las parejas se pegan los labios en la playa

hay un loco que vive del agua de los lavaderos en el Cordob�s, bajo los ventiladores de h�lice y la basura en el suelo / tiempo en que los adolescentes sue�an con playas celestes llenas de senos rebanados, andamos callados en progreso /

los alemanes desaparecen en la arena: �a qui�n le alcanza el alma para tanta vida?

�los corales se hacen grises tirados en el cemento, lejos del oce�no, y desde las m�dulas nos fluye una sangre tan perfecta y directa como el mar.

hoy es domingo y a la playa han venido las amas de casa: est�n blancas y espantosas / sobre el muelle avanzan algunos camiones / las familias de puros hombres me parecen distintas �qu� sentir�n con las figuras femeninas? desgarbados en las sillas de la playa, algunos con los om�platos picudos, en crecimiento.

diario pasamos por una oficina de puerto con rejas plateadas, un masculino con fusil vigila el orden, los Temblores que puedan provocar ENTRADAS violentas de CUERPOS que ABANDONEN el REPOSO, el ESPANTO / en los bur�s est�n las peinetas las botellas de refrescos pa�uelos con mocos pasadores / simple conciencia de lavaderos, vigilantes mandarinas podridas programas de televisi�n motores de autos / muertes de garzas, muertes de patos a la orilla de los charcos. EL MAR AFUERA EST� EL MAR, las caderas de �ngeles, los bur�s. Mediod�a nublado en pueblo de costa: desodorantes de hotel, billares atascados (recogemos caracoles rotos, nos abrazamos en los viajes de cami�n).

en la playa una mujer obesa sentada en una silla de madera parece meteorica seca, su redondez le da sentido al mar. A su espalda se estaciona un Valiant viejo con caracoles en la cajuela y el techo / bebemos refrescos en las tardes con el pescador / lavan los kioskos a cubetadas mientras amanece y oscurece, son m�s hermosas las parejas yucatecas que las europeas /

estiramos todo lo que nos ha nacido hasta hoy. El tr�fico de carros y las ni�as que se detienen a amarrase el su�ter, todo puede ser tan suave, tan grande / sillas vac�as (nos bes�bamos las manos de tanta dulzura).

trepados en un autob�s deslumbrante nos fuimos a la confusi�n de tobillos y espaldas, volteando a ver los cuerpos, los cuadernos con tareas, los petrificados pechos callejeros / a Rub�n se le iba escurriendo el agua salada por las narices / sab�amos que existe un futuro para florecer / brilla el vidrio la lluvia de zanabria / (botellas de cerveza y pechos llenos de oce�no).

en el balneario bailamos con la orquesta y los proletarios olorosos a alberca, pongamos los om�platos en todas las orillas del mundo, desesper�monos m�s.

desde lejos miramos nuestras motocicletas rojas estacionadas en la arena. El barrio m�s hambriento de progreso junto a un lago sucio / sobre las motos cruzamos cementerios, refresquer�as. balnearios abandonados con restos de esculturas blancas rotas entre la arena, pedazos de cuerpos y plazas con canchas de basquetbol.

j�venes del mar con quienes reposar espalda-con-espalda, recargados en las mesas verdes de la playa con ramas y caracoles rotos, estuvimos bajo� enormes nubes que nac�an y desnac�an como si fuera el principio de la vida, como si el cuerpo humano fuera en realidad un soplo inoloro intuitivo, junto a ellos bebimos leche con az�car en Chichil�.

vivimos cada hora hasta que nos entraron todos los rayos de hidr�geno, hasta que aceptamos nuestra edad, entonces ellos nos pasaron una bolsa llena de paletas de guan�bana por debajo de las butacas del cinema y sus penes estaban erectos, afuera del alumbrado p�blico y el vapor de agua / el bar apesta /

(Hasta adentro nos quedaron los oce�nos)

Despu�s de comer algunas muchachas se tienden bajo la sombra de las bardas a leer propaganda capitalista / �aprender�n a sufrir y a avergonzarse?, descubrir�n un dios grande que les har� sentir la Ternura y las pasiones.

muchos suelos de mosaicos, mosquiteros blancos, fruteros en los comedores, colchas bordadas / cambian los colores del mar / grabados de trasatl�nticos y toreros, comimos milanesa en restoranes populares que ol�an a sobacos y pulmones.

la playa est� llena de lanchas abandonadas y de cabecitas animales que no hemos alcanzado un grado superior de racionalidad para existir, flotamos en el agua salada mirando con asombro TODA LA VIDA que est� enfrente, la vida que nunca es igual.

familias y parejas tumbadas al azar bajo los soles.

desde d�nde has nacido dentro de mi cuerpo? �qu� encontraremos en tus ojos m�s lejos?, construir�s tu casa con maderas pintadas frente al lago sucio y tu hermosura no terminar� nunca.

tom�bamos cervezas a las 11 / un puerto vac�o / hoteles sucios y bellos, somos las figuras que DAN SENTIDO AL ESPACIO / en la tarde una m�sica de concierto se mete entre los cuartos de paredes verde fuerte y amarillas. En una esquina �ngeles seca su cabello largo desnuda con el cuerpo doblado y los brazos lentos.

Direcci�n y dise�o: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: In�s de Mendon�a, Camila Flynn, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse, Juan Leotta, Juan Pablo Liefeld
Control de calidad: Sebasti�n Hernaiz

Cuauht�moc M�ndez, Gerardo Albarran, Ram�n M�ndez, Mario Ra�l Guzm�n, Sergio Loya, Mario Santiago. Durante la presentaci�n del libro Canciones para gandallas, de Jes�s Luis Ben�itez, en la Sala Manual M. Ponce de Bellas Artes , 1987