el interpretador poesía

 

La Resolana

Paula Peyseré

 

 

 

 

Estamos todas tiradas

al borde de una roca inmensa

una composición de telo, pero cierta

las palmeras y el verde de un cerro cobrizo

agua transparente, peces

se acercan a los dedos del pie

 

Cuando el plano se acentúa

en la plancha, las cabezas

hay que saber levantar y la cola

para que resista el flote,

que cuanto más músculo la gamba

más se hunde el río en sostener

 

Entonces nos disponemos

a volver fláccida la contextura

con ejercicios destinados a perder tonicidad

como por ejemplo reteniendo

en la punta de la nariz estos coleópteros

azul tornasolados que cojen al tiempo que vuelan,

nada de volverse

bizca con una ráfaga

nada de marcar las abdominales,

bastante de observar el fuego

 

No fue

tan malo el roce, el exceso de los libros, el sopor teórico:

la muchacha que organizó

desprolija y descontenido no pudo

sufrir tan cabal el daño

de tener dos voces al mismo tiempo

adentro, en la cartera, las nerviosas también ceden

estiran el lomo ahistórico en el claro

 

El siguiente ejercicio

es caminar 6 kilómetros con humo en la entrepierna

un vigor insospechado de taurina convaleciente, con lo que somos

un ramillete de cuáqueras alteradas

puro amor y marasmo,

una convulsión de lentitudes en nuestra capacidad de olvidar

si falta comida o falta baño: lo que importa es el encono

cinta para refaccionar varillas, elevar cosas

que la noche de granizo se atreve a poner en duda

formulando en la carpa una hipótesis de pecho:

teta de tela

se contrae y se agranda un hogar

contra todo pronóstico de resistencia

 

¡Tomemos un inca yuyo, escuchemos

las chicharras del dj que no existe! y nadie confunda vaguear

en la sierra con vivir en el campo,

no interesa distinguir los panoramas

de lugares, otra vez, donde no estamos

 

y me dijo el tarotista -Con paciencia ..

es recomendable perseverar para el lado de los terrenos reciclados

y no del baldío de humillación- me dijo

que suelte la traba -Esa madera podrida es parate

te hace un dique en tu verbo y acota

el canino sensual-

que suelte, dijo

el canino semi misógino que llevo

-No modifica ni va a modificar la imagen de justicia erecta -

porque nunca modifica

lo Profundo a las Razones

 

El resultado

es un paper trazado al sol

como mucho con chauchas de algarrobo, en el polvo del piso

queda concentrada una ronda, un souvenir

de brujas improvisadas que dialogan con cotorras y montan retobados,

otrora incapaces de ponerle

los puntos a un cuzco re manso

 

Demos a la lengua vacación de las vacaciones,

anécdota precisa e innata, saber contar que proyectamos

dos coitos en cada Efebo que nombrábamos

-¨Adonis¨ quisimos decir- y los hombres parecieron

seres potencialmente nobles, inclusive

con pectorales firmes como senos: y los cabritos se sentaron

a comer a nuestra mesa y la paisana

nos contó la clasificación del cielo en los griegos,

y nos varió con las mañanas

la posibilidad de morar en un texto

eligiendo de la estrofa los genitales

 

¡abajo la pretenciosa deforme, la asepsia

deforme, no nos invade

durante una semana estar sin hacer! No hay susto con asma delante

de lo que el amor o el cansancio le hace a las poetas

ni fue tan grosero el deseo

de muerte, ni zen que

¿cuán igual da la alegría, el suicidio

si los dos están lejos? igual, dan

 

Los panes y los quesos que comemos,

puntualidad de calendario en luz,

transcurren de tamaño tanto como

los préstamos personales,

el abuso de nuestro médico. Y pasaron dos, tres

cuatro desamores, cinco, seis

mudanzas y velorios, que al cabo siete

el fin otra vez es pararnos, buscar leña en verano

pensar la perfecta fascinación del fuego,

su poesía alegrada que ejerce el ensayo

de quedarme como una boluda metiendo

las primeras ramitas que encuentro a la brasa gorda

 

Hacemos el Bien 
recolectando estos palos que caen sin dolo:       eso
es crecimiento sustentable



Paula Peyseré

 

 
 
el interpretador acerca del autor
 

 

               

Paula Peyseré

Nació en Buenos Aires en 1981, publicó La Racha y Llorona en Guacha Editora.

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Publicaciones en el interpretador:

Número 19: octubre 2005 - La pelota, el carro, la planchita (narrativa)

   
   
   
   
   
 
 
 
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Margen inferior: Frank O'Meara, Reverie (detalle).