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Noticias de teatro en Buenos Aires

María Bayer

 

 

Teatros de Buenos Aires:
Anfitrión

Así como tenemos un “Palermo Hollywood” y “Palermo Soho”, bien podemos decir que Anfitrión está ubicado en el corazón del “Boedo Bronx”. Justo donde la calle Venezuela cambia de mano (Venezuela y Virrey Liniers), a mitad de cuadra, funciona este teatro desde hace ya cinco años. Uno podría pensar que está un poquito alejado del circuito de teatros independientes propiamente dichos (más cercanos al Abasto), sin embargo esta sala demostró tener la suficiente vitalidad como para atraer a su público por sí misma.

Lo que prima en la decoración es el color: rojo estridente, amarillo y celeste para el portón de entrada, y rojo oscuro para las paredes de la recepción. Si uno va un ratito antes de la función, puede tomar algo en el bar. El ambiente resulta alegre y muy acogedor con sus mesitas todas diferentes y sus amplios sillones. Al fondo nos encontramos con las dos salas cuyos nombres nos recuerdan al jardín de infantes: sala verde y sala azul.

Este teatro está dirigido por una gran actriz del teatro independiente y maestra de actores, Berta Goldenberg que, junto con un grupo de colaboradores, también montan sus propios espectáculos. Ahora tienen en cartel El 3340, con humos de cabaret los miércoles a las 21 hs.

Anfitrión, además, permanece abierto casi todos los días. En este momento hay funciones los lunes, miércoles, viernes, sábados y domingos y se recomienda reservar telefónicamente porque las entradas muchas veces se agotan.

 

Reseña de algunas obras que se pueden ver en Anfitrión

Paraísos olvidados

Caminamos por un largo pasillo iluminado apenas por algunas pocas velas. En la entrada, amablemente nos ofrecen una copita de licor. Nos acomodamos en la butaca y ya estamos envueltos en un aire propicio. Venimos a que nos cuenten una historia. Un actor joven se sienta en una de las mesas, mira al público no sin picardía y se presenta. Se llama Paolo Corbera y sencillamente nos hace viajar a Italia a fines de la década del ’30.

Dos planos se superponen, el presente de la narración que nos tiene por destinatarios y un pasado, recordado y por eso vivo, de la amistad entre el joven periodista y el hosco Rosario La Ciura, catedrático, profesor de griego y misántropo tiempo completo. Con sutiles cambios de luz y una ambientación escueta y bien utilizada, nos adentramos en la historia de estos dos personajes y los matices de esta relación. Los pasajes de un tiempo a otro son muy permeables y la narración se ve agilizada por una puesta en escena que descarta todo elemento que no sea estrictamente necesario. Con pequeños movimientos podemos saltar del bar a la casa del profesor, al mar en Génova o la juventud de La Ciura en Sicilia.

Paolo nos habla directamente, recuerda, revive, comenta cómo es que conoció a este hombre de opiniones tan irritantes, cómo ganó su confianza y su amistad. Rosario La Ciura se sienta habitualmente en la mesa de al lado, fuma y escupe, es un viejo cascarrabias. Sentimos la curiosidad de Paolo. Junto con él vamos conociendo a este personaje, nos reímos de sus desplantes, y lentamente vamos haciendo algo más difícil, lo vamos comprendiendo. Termina la obra y nos vamos contentos. Nos contaron una historia y era de amor.

“Paraísos olvidados” es la adaptación del cuento “La sirena” de Tomasi di Lampedusa que realizó Rodolfo Roca.
Con: Rodolfo Roca y Sergio Surraco.
Dirección: Luciano Cáceres.
Sábados 21 hs. Hasta el 12/03/2005
http://www.paraisosolvidados.4t.com


El entrepiso

En "El entrepiso" el protagonista funciona como narrador y maestro de ceremonias de un grupo de seres fantasmáticos. Daniel, postrado en el centro del escenario, comienza su discurso evocando a la generación beat, incluso recita fragmentos de Aullido, el poema emblemático de Allen Ginsberg. Así nos sitúa en un lugar de Estados Unidos y en una época, los años ’60. Sin embargo, el tiempo ha pasado y todo lo que veremos en escena se trata de eso, de una evocación de un pasado remoto. La obra adquiere ribetes autobiográficos. El autor, Dennis Weisbrot, comenta en una entrevista que le realizó Hilda Cabrera para Página 12 cómo pasó su juventud en esos “bares beat”, sus problemas con las drogas y el constante deambular de un extremo a otro de su país entendidos como una marca de esa generación.

Sin embargo, la obra habla de un encierro. El entrepiso pareciera más bien la localización geográfica de un no-lugar, de una parálisis. Una alusión bastante explícita a la adicción a la heroína. Una fotografía incinerada pasa por contigüidad a caracterizar el consumo de drogas. Acompañan a Daniel cuatro seres que toman alternativamente la palabra. Lo que cuentan es aterrador y en lo doloroso de sus relatos, los reconocemos como fantasmas. Esta historia podría ser infinita, sabemos cuando nos vamos que se repetirá una y otra vez aunque ya no seamos nosotros los espectadores de su drama.

Claudio Ferrari es el director de la puesta en escena. También fue el responsable de la versión argentina de “La Niñera”. Y creo ver en esto una relación. Ese entrepiso, por sus ribetes fantasmagóricos, podría estar situado en cualquier lugar del mundo. Sin embargo, está en Estados Unidos y por eso, sus fantasmas pueden referirse al Sur de la manera en que lo hacen, pueden haber ido a parar a “hospitales de negros”, pueden ser adictos a la heroína o regentear prostíbulos donde mujeres hacen strip-tease. En ese sentido y salvando las distancias, creo que logra un efecto parecido a lo ocurrido con la serie “La niñera”. Hay una distancia (¿de idiosincrasias?, no lo sé) que parece querer borrarse y sin embargo, a mí como espectadora se me hace más patente. Ambos textos fueron producidos en un contexto diferente. ¿Qué significa llevarlos a escena en la Buenos Aires del 2005? El interrogante queda abierto.

"El entrepiso", de Dennis Weisbrot.
Con: J. Alonso, C. Charra, F. Ferrari, F. Lázaro y T. Murias.
Dirección: Claudio Ferrari.
Se puede ver los viernes a las 21 hs.

 

Otras obras en Anfitrión:

Beckett argentinien, escrita y dirigida por Guillermo Ghio
Con Marcos Montes y Carlos Portaluppi
Lunes a las 21 hs.

El 3340, con humos de cabaret
Con Noralih Gago, Jorgelina Aruzzi, Gustavo Monje, Mónica Cabrera, Pablo Palavecino.
Coordinación artística: Juan Parodi.
Miércoles a las 21 hs.

Azul metalizado, de Susana Torres Molina
Con Marcos Montes, Carlos Portaluppi y Gerardo Serre
Dirección: Guillermo Ghio
Viernes a las 24 hs.

El día que siembre adioses, escrita y dirigida por Guillermo Ghio
Con Marcos Montes
Domingos a las 17 hs.


El teatro Anfitrión está ubicado en Venezuela 3340
Tel. 4931 2124
www.anfitrionteatro.com.ar

 

 

©María Bayer

 

 

 
 
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Publicaciones en el interpretador:

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Número 7: octubre 2004

Número 10: enero 2005

Número 11: febrero 2005

   
   
   
   
   
 
 
 
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Consejo editorial: Inés de Mendonça, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse
Corrección: Sebastián Hernaiz
 

Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Francisco de Goya, El sí pronuncian y la mano Alargan al primero que llega (detalle).