el interpretador poesía

 

Poemas pertenecientes al libro inédito

Para un diccionario crítico de la lengua

Sergio Raimondi

 

 

 

GANGUIL

Sólo los agrupados en cualquier Sindicato de Dragas y Balizamiento
o símil no tendrían necesidad de pasar las páginas de un diccionario
que por otro lado y el mismo, si se tratara de favorecer la tipicidad,
no formaría en un estante o siquiera en el cajón donde se conservan
los apuntes de la escuela de maquinistas, parte de la escenografía.
La diferencia con la palabra aprendida en el aprendizaje de la tarea
sobre la cubierta por ejemplo de lo que la palabra pretende designar
mientras desde la otra embarcación pasan los cangilones en cadena
arrastrando al elevarse el barro en toneladas, la arena, la piedra o,
ah, noooo, este riel hundido que hace descarrilar todo, es irreductible.

 

LIEBIG (EXTRACTO)

En otras épocas la misma fábrica se instalaba
no sólo en las dos márgenes del río Uruguay
a muy pocos kilómetros de la zona de conflicto
sino a favor de alcanzar el nivel ultramoderno
que el auge maquinista promovía en el mundo;
entonces el concepto mismo de contaminación
no era siquiera un concepto para los lugareños
del universo, excepto algún anarquista utópico,
y así aquellas aguas correntosas y más tibias
a las que se vertían día y noche los residuos
de la producción de la famosa esencia de caldo
o inclusive, de las exquisitas lenguas de buey,
antes que sufrir de una corrupción extendida
(en todo caso más detectable en el gobierno)
bullían de una vitalidad que ni el mismo Dios
hubiera logrado de haber exisitido y planeado:
los peces se multiplicaban sorpresivamente
frente a la factoría de Fray Bentos, los barcos
apenas si podían avanzar entre cardúmenes
no sólo densos sino, al menos así lo atestigua
un francés interesado, portadores en su carne
de un aceite con el que se lograba alumbrar
a la ciudad entera. Se lo conocía como fishgas.
Ahora el área del degolladero, las vagonetas
y garfios, las calderas de la cocina mundial,
los talleres de forja y carpintería, el laboratorio
por el que iban y venían químicos alemanes,
no son sino la imagen soberana de la ruina,
pero no son ruinosas las ganancias que hoy
produce la contemplación de esos despojos
en cercanías de las termas y los balnearios
cada vez más concurridos de Colón, Paso Vera
o Gualeguaychú. Estos vecinos en asamblea
no oponen como dicen naturaleza e industria;
oponen industria e industria: una ya añeja,
desprestigiada; otra, su objeto es el ocio
de millones, en un crecimiento espectacular...

 

PANAMAX

Ideado para capitalizar el máximo de espacio permitido
según las esclusas del reconocido canal, este carguero
capaz de alcanzar casi los trescientos metros de eslora,
con una manga de más de treinta que ajusta, cuidado,
y la altura suficiente para pasar con marea alta o baja,
calma y más de cuatro mil contenedores sobre cubierta
debajo del Puente de las Américas en Balboa, es historia.
También es historia la conformación estructural del canal
dado que hace días y en plebiscito nacional fue votada
(a riesgo de perder un porcentaje fundamental del PBI
según el gobierno, de aumentar la deuda según otros)
la ampliación necesaria para mantener la competitividad
y dar cabida al fin a los nuevos bulk-carrier adecuados
para transportar el triple y casi el cuádruple en cámaras
digitales y de video, juguetes, electrodomésticos, zapatos
e indumentaria de las más variadas y reconocidas marcas
que por el momento deben hacer un demorado, innecesario
y sobre todo costoso giro por el Cabo de Hornos tras partir
de Shenzhen o Shangai para llegar al puerto de Florida.
Es evidente que las tratativas que permitieron incorporar
la República Popular a la OMC están “moviendo las aguas”
y que hasta el marino más interesado de la tripulación
sólo verá, cuando se le señale con un gesto allá, allá
donde funcionara por décadas la School of the Americas
y los futuros graduados entrenaban en el conocimiento
del enemigo leyendo a Mao-Tse-Tung, un hotel * * * * *

 

PETER, JOSE

“Tuberculosis, insomnio y reumatismo,
la ruina mental, un cuadro permanente
de miseria e impotencia, el conventillo,
hijos con hambre, una compañera tísica:
¡Ahí lo que significa el sistema estándar,
camaradas!”, camaradas, compañeros
no, arengaba con potencialidad retórica
este delegado de la Swift de Campana
primero y Berisso después al proyectar
esa federación que reuniera de una vez
a los miles obreros dispersos de la carne.
Pero la dispersión replicaba en su cerebro
en la dificultad de conjugar su percepción
cotidiana del destino de las coyunturas
no bovinas en las cámaras congeladoras,
pisos inundados de agua, sangre y restos
difíciles de precisar junto a la zona crítica
de corte y picado, etc., con las directivas
largamente esperadas, una vez aprobadas
por el secretario sudamericano designado,
plenas en tácticas configuradas sin duda
desde la propia y acumulada experiencia
de la lucha colonial en el Oriente lejano
y arribadas por fin vía correo clandestino
exactamente vigilado del Tercero, Noveno
o Vigésimo Congreso de la Internacional.
En algún sector de su larga conciencia
o tal vez de sus pesadillas, pobre Peter,
esos errores teóricos por ende prácticos
alguna que otra vez se le habrán mostrado
al margen de cualquier piedad doctrinaria.
Eso debe haber ocurrido meses después
de solicitarle a los cientos de federados
con quienes había mantenido las huelgas
más inverosímiles levantar esta y aquella
para que las fibras nutritivas no faltaran
en los ejércitos democráticos y europeos
que se enfrentaban al fascismo mundial;
entonces un secretario actual del gobierno
militar, golpista y (¿qué más?) pro - Eje
ofrecía de pronto, con fraseo sonriente
y decretos, mucho más de todo lo exigido
en vano desde casi cuatro décadas atrás.


(De Para un diccionario crítico de la lengua, inéditos)

Sergio Raimondi

 

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Relacionado: Ver en este número: Cristian de Nápoli - Planaltos - Respuestas del día después (Poesía en Bahía Blanca)

 

 
el interpretador acerca del autor
 

 

               

Sergio Raimondi

(Bahía Blanca, 1968)

Publicó Poesía civil (Vox, 2001), que fue traducido al alemán y editado en 2005 por el sello WVB de Berlín. Ha traducido a Catulo (Catulito, Vox, 1999) y escrito sobre Sarmiento, Alberdi, Lamborghini, Oliva y otros. Es coordinador del Museo del Puerto de Ing. White y profesor de Literatura Contemporánea en la Universidad Nacional del Sur.


   
   
   
   
   
 
 
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Imágenes de ilustración:

Margen inferior: Michael Chelich, Monolith (detalle).