el interpretador narrativa

Aquiles y Patroclo

por Maximiliano S�nchez

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Primer acto

Troya Sitiada

Aquiles y Patroclo en el interior de lo que parece ser una tienda de campa�a. Aquiles est� abrazado a Patroclo, mientras canta en la oreja de �ste:

Aquiles - Iluminada y eterna, enfurecida y tranquila/Sobre una alfombra de hierba ibas volando dormida...

Patroclo - As�, as�, cantame en la orejita que me encantaaaaa.

A- Bueno, pero por ahora, basta de canto. Tenemos que definir qu� es lo que haremos con Troya. �Invadimos o no?

P- Y...No s�. Eso lo tienen que decidir vos y Agamen�n.

A- ���No me lo nombr�s a ese hijo de puta!!!

P- Esper�, Aqui, no me dig�s que est�s todav�a enojado por el asunto con la esclava. �No soy suficiente para vos? �Qu� tiene esa minita que no tenga yo? �Eh?

A- Mir�, entendeme, Patro. No es eso. Vos sab�s lo que yo siento por vos. Te lo demuestro todas las noches, y a veces tambi�n a la siesta, cuando tengo tiempo. Pero es una cuesti�n de imagen. El tipo me desautoriz� al quitarme a la esclava delante de todos los soldados del ej�rcito aqueo.

P- No s�, no s�. Yo te vi c�mo la mirabas...Se te sangoloteaba el escudo por la pendeja.

A- ��Pero no, Patro!! Yo acepto que Agamen�n sea el jefe del ej�rcito de los Aqueos, pero me vino a sacar una esclava de mi casa. �Qui�n va a lavar los platos ahora? �Los vas a lavar vos?

P- Esto no es una casa, Aqui... Aunque llevemos diez a�os esperando ac� como pelotudos...Esto es una tienda. Hace diez a�os que Paris se rob� a esa gorda putona de Helena...

A- Pero contestame lo que te estoy preguntando. �Qui�n va a cocinar? �Qui�n va a preparar el desayuno?

P- Yo puedo hacer fideos con manteca.

A- Yo no voy a estar comiendo todos los d�as esos fideos de mierda que hac�s vos.

P- Sos un desagradecido, Aquiles. Yo los preparo con amor.

A- Pero no entend�s que Agamen�n me dej� como un tarado delante de todos. Es una cuesti�n de orgullo aqueo, tambi�n en este caso...

P- ���Orgullo las pelotas!!! ��Helena ya era gorda cuando se fue con el otro maric�n de Paris Alejandro!!

A- �No entiendo a qu� viene lo que dec�s, Patro!

P- Lo que trato de explicarte es que si hace diez a�os ya la mina estaba gorda, imaginate lo que debe ser ahora. ���Debe tener ya las tetas por el suelo!!! Qu� mierda hacemos ac�, �me quer�s decir? Todo por ese cornudo de Menelao.

A- Los aqueos no podemos permitir que se roben a nuestras mujeres.

P- �Sos un machista tambi�n vos? Te hac�a m�s progre...Al final todo es cuesti�n de conchas... (Empieza a llorar) ��Todos los hombres son iguales!! ��Lo �nico que les interesa es arrimar el boch�n, y no les importa que las mujeres suframos!! (Se lleva las manos a la cara, llorando desconsolado).

A- Par� un poco, no mezcl�s las cosas. Vos sab�s que yo te quiero.

P- ��Mentira!! ��Lo �nico que quer�s es mi cuerpo!!

A- Pero...

P- Te entregu� mi honra, a pesar de que �ramos primos, y vos te vas a limarle el buje a esa negrita de mierda. ��And� y decile a Agamen�n que te la devuelva!! ���And�aaa!!! (Se�ala la puerta de la tienda, llora) ��Y yo me vuelvo a Tracia, a la mierda!! ��No te quiero ver nunca m�s en mi vida!!

A- (lo abraza, trata de tranquilizarlo) ��Sos tan lindo cuando te enoj�s!! �A ver? �De qui�n es esa boquita?

P- ��Andate a la puta que te pari�!!

A- Mir�, hagamos una cosa. �Quer�s que vayamos a la playa como �bamos antes? En estos d�as el Helesponto se pone tan lindo...

P- ���Me importa un carajo el Helesponto!!!

A - ...esos atardeceres rojizos... (Le toca la cara).

P - No quiero. ��Solt�!! ���Dejame!!!

A - Con el Monte Parnaso reposando en el horizonte como cuando Tetis ascendi� desde lo profundo del mar para...

P - ��No quiero, he dicho!! Escuchame, Aquiles. Yo tambi�n estoy cansado. Llevo diez a�os viviendo en una carpa mugrienta. Estamos guerreando por una gorda, �te das cuenta? (toma a Aquiles por el t�rax, lo sacude) ��Recapacit�, Aquiles!! ��Estamos a punto de desatar una guerra por culpa de una gorda!!

A- Te repito, Patroclo. No es la gorda lo que est� en juego. Ac� se trata del orgullo de nuestros hombres. �Ese es el ejemplo que les vamos a dejar a las generaciones futuras?

P- No entiendo tu punto...

A- �Quer�s que nuestras nuevas generaciones de aqueos se eduquen a la luz de un hurto?

P- Ahora entiendo menos que antes, Aqui.

A- Mir�, si ten�s una mujer, y viene cualquier Paris Alejandro y te la roba, entonces, �qu� ejemplo les vamos a dar a nuestros hijos? �Vamos a quedarnos cruzados de brazos cual una recua de cobardes indignos, o vamos a salir a luchar por lo que nos han quitado?

P- Mir�, Aquiles. Llevamos mucho tiempo discutiendo sobre el tema. Yo no s� lo que pasaba entre el cornudo ese de Menelao y Helena, pero a la gorda nadie la rapt�.

A- ��S� que la raptaron!! ��La rapt� Paris Alejandro, enemigo de los aqueos, merecedor de toda ignominia, ladr�n y cobarde que...

P- ��Te digo que no la rapt�!! �La gorda estaba que le zapateaba la cotorra! ��Se pasaba el d�a buscando a alguien que se la sangoloteara un rato!! ��Todos sab�an que hasta anduvo limando con un trapecista antes de irse con Paris!!

A- ��No me habl�s en dialecto tracio que no entiendo nada!! �Qu� est�s tratando de decir?

P- ��Que Helena se fue detr�s de Paris Alejandro!! �Se fue sola, loco! Yo me vuelvo a casa ma�ana mismo.

A- �Por Marte que te ha visto nacer! ��Por Zeus que te envuelve en lluvias doradas!! �Est�s tratando de decirme que te ir�s y aqu� me dejas, sin importarte lo que los Dioses har�n conmigo?

P- Comprendeme, Aquiles. A m� nadie me escucha. Llevo a�os tratando de que Menelao se olvide de la dogor. Le present� un mont�n de minitas, y nada. Yo no s�, pero para m� que Menelao nunca actu� con Helena como se debe.

A- �Qu� est�s tratando de decir?

P- Est�s lento hoy, Aquiles. Lo que digo es que si Menelao no se la come, anda con los cubiertos en el bolsillo.

A- ��Otra vez el dialecto tracio!! �Est�s diciendo que el Rubio Menelao, hermano de Agamen�n, Jefe del Ej�rcito de Tracios y Aqueos, es un bal�n?

P- �Por fin ca�s! S�. Eso mismo. As� que yo me cans�. Yo tengo una carrera de poeta que estoy postergando por seguirte a vos a esta est�pida guerra. Por vos abandon� el taller literario, mis tardes de juglar�a, todo por correr detr�s de un sue�o que ahora se me desvanece, agua en el agua, polvo en el polvo, arena entre mis dedos (se lleva las manos a la cara, vuelve a llorar).

A- No te emocion�s, es muy lindo lo que dec�s.

P- �Nunca me quisiste! (Llora desconsoladamente). ��Oh, Dioses!! ��Oh, que la Aurora de azafranado velo me cubra con las cenizas de mis d�as para nunca m�s tener que ver los ojos del ingrato!!

A- �Qu� talento que ten�s, Patro! �Por qu� no escrib�s esas cosas?

P- ��Oh, Afrodita, que nublas la mirada de la tarde que acecha a los guerreros que inquietos se entremezclan en la ind�mita maleza que alimenta a los caballos y alazanes que en tropilla se amontonan esperando tercamente que les tiren aunque sea un pedazo de carne de buey salvada de los sacrificios a Marte Tronante!! ��Escucha los ruegos de este pobre coraz�n de poeta malherido por la flecha del amor equivocado!!

A- Esto es un problema de hombres, Patroclo. Y se arregla entre hombres. Con poes�as no vamos a ganar la guerra. Y menos mal que abandonaste ese taller literario, que era un aguantadero de chupapijas.

P- S�, ahora critic�s. Pero bien que te gusta dormir todas las noches con el chupapijas.

A- (Enojado). ��Andate a la mierda!!

Aquiles sale de la carpa.

(Tel�n).

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Segundo Acto

La Rosa que mueve al mundo

Patroclo solo en la carpa, escribiendo unos versos para Aquiles.

P- Te regalo una rosa. �Y qu� es una rosa sino el testimonio del inmortal amor? Te regalo una rosa, �pero qu� es una rosa sino la luz de la seda que cubre las facciones de la Bella Afrodita de los mortales ojos? Te regalo una rosa (piensa, se detiene en medio de la frase, duda)... Te regalo la rosa que mueve al mundo. Oh, Aquiles. Qui�n fuera Zeus para perseguirte todo el tiempo. Y m�s que la Aurora que s�lo podr�a cubrirte con sus besos al amanecer para tenerte que despedir cuando entra la ma�ana.

Patroclo piensa, medita, anota.

P- (Leyendo el papel). Te regalo una rosa. �Y qu� es una rosa sino el testigo del paso de tiempo entre nosotros? La rosa que mueve al mundo es la rosa que mueve nuestros cuerpos al un�sono en nuestra cama. Y entonces tard�s, te demor�s, me dej�s esperando por tu amor.

P- (Grita, mirando hacia arriba). ����Y entonces qu� mierda hago con esta rosa, me quer�s decir?!!! (Se lleva las manos a la cara, llora).

Entra en la tienda Aquiles.

A- Hola, Patro, �me hablabas? Me pareci� escuchar voces.

P- No, no. No era nada (disimula, trata de esconder los papeles).

A- Decime, Patroclo, �est�s enojado conmigo por la discusi�n de esta ma�ana?

P- Un poquito.

A- Tenemos una reuni�n de Jefes del ej�rcito aqueo enseguida, �quer�s venir?

P- �C�mo que si ?quiero? (enfatiza) ir? �No soy acaso un jefe yo tambi�n?

A- S�, pero yo puedo ir en representaci�n de ambos, y tu voto siempre es como el m�o.

P- �Tan seguro est�s? Yo voto por el NO a la guerra. Soy un pacifista, me quiero volver a casa, ya conoc�s mi opini�n.

A- Si regresamos ahora quedaremos como unos cagones. He sabido que H�ctor y Pr�amo andan hablando de m�, burl�ndose. ��Les voy a dejar el culo como una jarra a esos dos!! (Grita, levanta la espada en gesto amenazante).

P- Por m� que H�ctor y Pr�amo digan lo que quieran. Adem�s no hay nada en Troya que me interese. Hace diez a�os que los tenemos sitiados y se deben estar cagando de hambre. �Qu� les vamos a sacar si invadimos ahora?

A- Ante todo, recuperaremos a Helena.

P- (Gritando). ��Y dale con la gorda!! Para m� que vos tuviste algo con ella antes de que se escapara con Alejandro.

A- Yo no voy a contestar tus agresiones, Patroclo.

P- Est� bien, recuperamos a Helena, �y despu�s qu�? �Tienen aceite de oliva? �Tienen vino, acaso?

A- Esta guerra no es por el vino, es por el honor, una palabra que ni vos ni tu vieja, que bastante turra que era, entendieron ni entender�n jam�s.

P- Mir�, Aqui, vos con mi vieja no te met�s. Mir� que yo no digo nada de la tuya, y eso que ah� s� hay mucha tela para cortar... (Sonr�e ir�nicamente) �S�! �Podr�a estar horas y horas hablando de tu mam� y no me alcanzar�a el tiempo!

A- (Amenazante). ��Ten� mucho cuidado con lo que dec�s!! No ten�s una idea del honor porque de chiquito tuviste que ver c�mo tu mam� sal�a con uno y con otro.

P- �Eso es mentira! Mir� en cambio lo que hizo tu vieja: siendo Diosa, se acost� con un mortal, con alguien de inferior categor�a, y mir� lo que sali� de esa uni�n.

A- Si no te gusto, no entiendo qu� hac�s conmigo. Y adem�s no te permito que vuelvas a nombrar a Tetis ni una vez m�s.

P - �No te soporto m�s! �Oh, Aurora de azafranado velo! �Por favor ven a cubrir mis ojos con tu rojo?

A- �Chau! �Me ten�s hasta las pelotas con tus poes�as!

Aquiles sale de la escena, dejando solo a Patroclo.

Tel�n.

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Tercer Acto

En el Pa�s de los Sue�os

La acci�n transcurre en el consultorio de una psic�loga. Hay unas sillas, algunos cuadros en las paredes, y un div�n. La psic�loga est� sentada en una de las sillas, y entra Patroclo. Se saludan, y la doctora dice:

Dra- �Ponte c�modo, Patroclo! �Te sientes confortable en ese div�n?

Patro- S�, Doctora. Est� bien.

Dra- Muy bien. �C�mo andan tus cosas? �C�mo te has sentido esta semana?

Patro- No muy bien, doctora.

Dra- �No? (La doctora comienza a anotar cosas en una libreta). A ver, cu�ntame.

Patro- Siento que Aquiles no me comprende.

Dra- Est� bien, Patro. Pero tienes que ser m�s comprensivo. �l est� muy presionado por esto de la guerra de Troya. Pero venga, s�gueme contando.

Patro- Ayer, por ejemplo, estaba yo haciendo fideos con manteca, y se me re cocinaron. Y Aquiles me grit�, me dijo que era una in�til, y me tir� la fuente de fideos por la cabeza, Doctora.

Dra- �Otra vez cocinando fideos con manteca? (La Doctora mira a Patroclo con el ce�o fruncido). Parece que es lo �nico que sabes cocinar, Patroclo.

Patro- Yo hago lo que puedo, Doctora. Creo que no merezco que �l me trate as�.

Dra- �Ah s�? �Y por qu� lo crees? Te recuerdo que los fideos se te re cocinaron; t� mismo lo est�s reconociendo.

Patro- �Usted justifica la actitud de �l?

Dra- �No, Patroclo! �Yo no justifico nada! Yo s�lo quiero ayudarte a que reconozcas tus l�mites. Tal vez deber�as tomar alg�n curso de cocina, aprender a hacer sushi, no s�, algo diferente?

Patro- �Doctora! �Se va a poner usted del lado de un hombre golpeador?

Dra- (Gritando). ��Pero no, caramba!! ��Te repito que yo no estoy tomando una posici�n aqu�!! Yo no quiero discutir con una persona que hace fideos con manteca todos los putos d�as, y encima los hace mal. Pero mejor pasemos a otro tema.

Patro- ��No!! ��No pasamos ni mierda a otro tema!! (Grita). �Usted siempre se pone del lado de �l!

Dra- Mira, Patroclo. Te digo esto como amiga tuya que soy. Me gritas una vez m�s y te pateo el culo, �estamos?

Patro- Est� bien, Doctora. Disc�lpeme.

Dra- Yo no quiero que me vengas con paranoias a m�. Yo soy una profesional que quiere poner un poco de objetividad en esa cabecita loca que tienes (le sonr�e, y le acaricia el pelo).

Patro- Perd�n, doctora. Es que estoy muy presionado con esto de la guerra. Yo tambi�n soy un general del ej�rcito aqueo, como Aquiles. Tambi�n tengo muchas responsabilidades en esto.

Dra- Muy bien. �Y c�mo va esto de la guerra? �Van a invadir finalmente o se van a volver al sur como unos cagones?

Patro- Yo particularmente creo que ser�a un error invadir.

Dra- Ok, entiendo. T� eres uno de los cagones.

Patro- �No, Doctora! Creo que si invadimos esa ciudad la Historia nos mirar� como a unos asesinos.

Dra- Mira, Patroclo. T� sabes que no debes preocuparte por lo que dice un historiador de ti. Si viene un historiador a hablar de m�, yo le pateo el culo y listo. Pero pasemos a otro tema.

Patro- Est� bien. Traje algunas de las �ltimas poes�as que le escrib� a Aqui.

Dra- Mira, Patro, no lo tomes a mal pero no me interesan tus poemas?

Patro- Usted me conocer�a mejor si leyera mis poemas, Dra. La terapia no est� avanzando porque?

Dra- Mira, Patroclo. No me digas c�mo tengo que proceder para que avance la terapia. La poes�a no tiene status cient�fico, y no la voy a tomar como objeto de an�lisis. Para eso deber�as ir con alg�n lacaniano.

Patro- Es una l�stima. La �ltima poes�a me sali� tan linda? dice as�: ?te regalo una rosa??

Dra- ��C�llate, Patroclo!! ��C�llate o terminamos la sesi�n ahora mismo!!

Patro- Est� bien. �Qu� hacemos entonces?

Dra- Cu�ntame lo que so�aste anoche.

Patro- Tuve pesadillas toda la noche. So�� que Afrodita persegu�a a Aquiles con un pomelo en la mano.

Dra- Aj� (anota en la libreta) �Recuerdas el color del pomelo?

Patro- Era azul, creo. O tal vez verde.

Dra- Mira, Patroclo (se impacienta). Yo estoy tratando de ayudarte. Trata de recordar, �s�? Esfu�rzate un poco. �Era azul o era verde el pomelo?

Patro- Creo que era verde. S� era verde.

Dra- Ok., muy bien.

Patro- Pero ahora?

Dra- �Ahora qu�?

Patro- No s�, no se enoje

Dra- �Enojarme? No entiendo?

Patro- Es que ahora no recuerdo bien si era un pomelo o un mel�n.

La Dra. se impacienta mucho m�s. Se pone de pie, tira la libreta al suelo. Y grita.

Dra.- ��Esc�chame, Patro, no seas cabr�n!! ��Estoy tratando de pinche ayudarte con esos sue�os de mierda que tienes!! �Y ahora me dices que no sabes si era un pomelo o un mel�n? �C�mo esperas mejorarte si te la pasas so�ando cagadas?

Patro- No s�, Doctora, no s�. Yo sue�o, �Qu� quiere que haga?

Dra- Mira, Patro. Me tienes hasta los cojones con tus sue�os rid�culos. As� no se puede trabajar. Eres un insatisfecho. Pobre Aquiles, que tiene que cargar con un fracasado, un in�til como t�.

Patro- Pero Doctora, �c�mo me dice eso?

Dra- Yo digo lo que quiero, Patroclo. La psic�loga aqu� soy yo. Me parece que est�s hecho mierda, y yo en tu lugar me ahorcar�a lo m�s pronto posible.

Patro- �Qu�?

Dra- Me parece que el mundo es la mierda que es porque est� lleno de gente como t�, Patroclo. La sesi�n de hoy ha terminado. Te espero la semana que viene.

Patroclo se lleva las manos a la cara, como para llorar.

Tel�n.

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Cuarto Acto
El amor, esa palabra.

Patroclo, sentado, solo en la tienda de nuevo, escribiendo sobre unos papeles. Sigue d�ndole forma a sus poes�as:

Patro- Te regalo una rosa (piensa, medita anota sobre las hojas).
�Y qu� es esta rosa
Sino el escudo que te protege de las flechas
Vertiginosas que Eneas dispara contra ti?
Te regalo una rosa

(Recita en voz alta. Declama).

-Te regalo una rosa del color de la aurora
Ni el dorado Helesponto en su espuma contiene
La blancura celeste de tu llama precisa
La dureza de hierro de tus brazos guerreros
La?

Entra Aquiles, cargando su escudo y sus armas, interrumpiendo el recitado de Patroclo.

Aquiles- Patro, tenemos que hablar.

Patro- Ahora no puedo. Estoy muy ocupado.

Aqui- Pero es importante que hablemos ahora.

Patro- Llevo varios d�as trabajando en estos versos. Ten� un poco m�s de
respeto por el arte, Aquiles. No se�s animal, �s�?

Aqui- Patro? (mira a Patroclo de frente). Quiero que me mires a los ojos.

Patro- �Qu� te pasa? Te miro (Lo mira). Mir� c�mo te miro a los ojos. �Qu�
te pasa, cari�o?

Aqui- Creo que me he enamorado de otra persona.

Patro- ?

Aqui- ?Perdoname, pero te lo ten�a que decir. Viene sucediendo desde hace
una semana. No puedo mentirte m�s?

Patro- ?

Aqui- ? �No me dec�s nada? ?

Patro- ?

Aqui- �Patro, no me asust�s! �No te pong�s as�!

Patro- ?

Aqui- Podremos seguir siendo amigos. Sos joven, y seguramente vas a
conocer a alguien y vas a poder rehacer tu vida. Siempre hay un roto
para un descosido. Vamos, Patro, decime algo (le toca la cara), no me
asustes, aunque sea enojate.

Patro (da un grito terrible, que estremece todo)- ������Qu� hijo de
recontramilputas!!!!!! ����Me cago en la madre que te pari�!!!!

Aqui- ��Bueno, bueno!! �Calmate!

Patro- ���No me calmo ni un carajo!!! (Y empieza a llorar y a gritar al mismo
tiempo. Est� totalmente descontrolado).

Aqui- ��Perdoname, Patro!! �Me enamor�, no s� qu� decir!

Patro (Se lleva las manos a la cara, y llora desconsolado. Se sienta en la silla
y mira a Aquiles) - �Est�s tratando de decirme que te has enamorado
de otra persona?

Aqui- S�. Te estoy diciendo. Estoy enamorado de otra persona desde hace
una semana.

Patro- ���Hijo de putaaaaaaaaa!!! ���Yo escribi�ndote poes�as y vos
minti�ndome, enga��ndome!!! (lo golpea en la cara con las manos abiertas).

Aqui- Te ment�, te ment�. Le ment� al hombre que he amado toda mi vida.
No soy digno de ser un jefe aqueo. Merezco la ira de los dioses.

Patro- Lo que merec�s es que yo te patee el culo, a vos y a la puta esa de
Tetis, siempre cubri�ndote para que vos te mand�s todas las cagadas que te mand�s.

Aqui- ��Par�!! ��Mi vieja no tuvo nada que ver en esto!! ��No busqu�s m�s
culpables que yo!! Fui negligente al dejarme atraer por esa mujer?

Patro- �Qu� mierda dec�s? �Te metiste con una mina? �CON UNA MINA,
HIJO DE CINCOMIL CAMIONES CARGADOS DE YEGUAS PUTAS? (Gritos).

Aqui- S�, Patro. Me enamor� de una mujer.

Patro- �C�mo pudiste? �Qu� nos pas�, Aquiles? �Qu� le pas� a nuestro
amor que ahora and�s por ah� con una turra cualquiera?

Aqui- Mir�, yo entiendo que est�s enojado, pero por favor no la insult�s. Yo
tuve la culpa de todo. Me volv� loco por ella y yo la busqu�.

Patro- ��No la defiendas!! ����No la defiendas que me pongo fren�tico!!!!
(Grita, llora, arroja cosas al suelo. Toma las poes�as que hab�a estado escribiendo y las rompe en mil pedazos, y le muestra los pedazos a Aquiles). ���Mir�!!! ����stas son las poes�as que yo te hab�a escrito!!! ���And� a que la turra esa te escriba poes�as ahora!!! ��Retirate de mi vista!! ��No te quiero ver nunca m�s en mi vida!! (llora).

Aqui- Trat� de tomarlo con calma. Tenemos que invadir Troya, tenemos
muchas batallas por delante.

Patro- ��Espero que H�ctor te rompa el culo en la primera batalla!! Y
decime, �c�mo se llama la guachita esa?

Aqui- �Para qu� quer�s saber?

Patro- Tengo derecho. �O te parece que no tengo derecho a saber el nombre
de la mujer que me quita a quien he amado durante m�s de diez a�os?

Aqui- No lo pong�s en esas palabras. Me hac�s sentir una basura.

Patro- ��Decime c�mo se llama!!

Aqui- Lowanne. Se llama Lowanne.

Patro- Es una ladrona que me ha robado todo (vuelve a llorar, tira cosas al
piso, tiene arcadas, etc.).

Aqui- Patro, trat� de calmarte. �Quer�s que te prepare un t� de tilo?

Patro- �Por qu� no te vas a la puta que te remil pari�, y te met�s el tilo por el
ojete?

Aqui- Mir�, con insultos no vamos a llegar a nada. Necesito que me ayud�s
a preparar mi equipaje.

Patro- ��Decile a Lowanne que te lo prepare!!

Aqui- Patro. Ojal� alg�n d�a puedas entender lo que siente un hombre por
una mujer.

Patro- �D�nde la conociste?

Aqui- En casa de Menelao. Es prima de una hermana de �l.

Patro- Dios las cr�a y las putillas se juntan. �Y tuvieron sexo esa misma
noche?

Aqui ? Patroclo, por favor?No hagas todo m�s dif�cil.

Patro- �Tuviste fantas�as sexuales con ella cuando la conociste?

Aqui.- S�, perdoname.

Patro- No me pidas perd�n. �Y qu� fantas�as tuviste?

Aqu�- Primero pens� en chuparle las tetas, y despu�s?

Patro- �Y despu�s qu�? ��Habl�!! ����HABL�, TE DIGO!!!!

Aqui- Pens� ponerle una manzana en la boca y chuparle la concha hasta
sacarle sidra.

Patroclo agarra la mesa donde estaban los papeles, y se la trata de tirar a Aquiles encima de su cabeza. Patroclo llora, insulta, grita. Ambos forcejean.

Tel�n.

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Quinto Acto

En Templos de Dioses Desconocidos

Otra vez en el consultorio de la Psic�loga. Ella est� sentada leyendo una revista, y de pronto entra Patroclo, llorando desesperado.

Dra- ��Patroclo!! �C�mo est�s?

P- Como el culo, Doctora (llora). Ese desgraciado me dej� para irse con
una mujer.

Dra- Est� bien, Patroclo. Trata de calmarte y deja de llorar. �Quieres que te
prepare un t� de tilo?

P- No. No. No, Doctora. Todo me hace mal.

Dra- �Y cu�ndo fue que te lo dijo?

P- Me lo dijo ayer. �Qu� hago ahora con todas las esperanzas que ten�a,
Doctora? �Qu� hago con mis sue�os junto a �l?

Dra- Mira, Patroclo, no te apresures. Tenemos muchas sesiones por
delante. Yo te aseguro que saldr�s de esto.

P- Pero?Pero?

Dra- Pero nada, hombre. No seas pinche cobarde. Ya vas a ver que en
cualquier momento conoces a alguien.

P- No, Doctora. No quiero estar con nadie m�s durante el resto de mis
d�as. Ahora s�lo la poes�a ser� mi prometida, la �nica que no me fue ingrata, la �nica que?

Dra- Bla bla bla. Con la poes�a no te puedes echar un buen polvo, Patroclo,
no seas pinche rid�culo. Adem�s deber�as pensar que tal vez es un buen momento.

P- No entiendo. �Un buen momento para qu�?

Dra- ��Para probar con mujeres, hombre!! Es lo mejor. No puede ser que te
guste tanto el pedazo como para que no te llamen la atenci�n unas buenas tetas.

P- ��Ay, no!! ��Qu� asco!! Una vez una mujer me dio un beso y casi
vomito.

Dra- Mira, Patroclo. Ya estoy harta de tus pinches maricadas.

P- No me agreda, Doctora. �No entiende usted que desde ayer mi vida est� hecha mierda?

Dra- Tu vida siempre estuvo hecha mierda, Patroclo. Tus fracasos no
comenzaron ayer, no seas pinche cabr�n. Nunca serviste para nada. No como Aquiles: �l s� que es un hombre? (Se pone pensativa, sonr�e con malicia). Qu� hombre ese Aquiles, caramba. Cada vez que me acuerdo de �l se me corre la?

P- ��Basta!! ��Basta ya!!

Dra- �Te imaginas todas las porquer�as que deben hacer Aquiles y su novia
en la cama, Patroclo? Y t� ya no tienes nada de eso.

P- ��C�llese, por favor!!

Dra- Esa mujer s� que tiene suerte de estar con un hombre como Aquiles.

P- �Mire, Doctora! Yo no voy a soportar esto un minuto m�s. O me ayuda a elaborar el duelo y a buscar otro objeto de placer para satisfacer las pulsiones de mi Ello o me voy ya mismo a buscar otra psic�loga.

Dra- Est� bien. Pero, antes que nada, no me amenaces, �s�? Recuerda que yo puedo patearte el culo en cualquier momento, Patroclo. A m� ning�n cornudo me amenaza.

P- �Le parece que trabajemos un poco en la elaboraci�n del duelo?

Dra- Est� bien. Quiero que te recuestes en el div�n y cierres los ojos. Rel�jate.

P - (Hace lo que le dice la doctora). �Est� bien as�?

Dra- S�, pero estira un poco m�s las piernas. No, no las abras, Patroclo, no hace falta. S�lo est�ralas.

P- �As�?

Dra- Est� bien. Mant�n los ojos cerrados. Ahora vamos a practicar la libre asociaci�n de ideas. Quiero que me digas las primeras palabras que te vengan a la mente. No importa si son incoherencias. Haz de cuenta que est�s en un taller literario y puedes decir cualquier cabronada que se te ocurra.

P- �Cualquier palabra, Doctora?

Dra- S�. Cualquier palabra que se te ocurra. Necesitamos una secuencia de ideas libremente asociadas. (La doctora anota en una libreta). Puedes empezar.

P- Tararira?pedazo?bicho?matraca? micr�fono? la sin hueso? herramienta? salam�n? balero? banana? tornillo? perno? v�bora? calabaza?

Dra- Muy bien, muy bien, contin�a.

P- Zanahoria? batata? tel�fono? pistola? manija? paquete? mancuerna? berenjena? soronja? trompo? perinola? florero? tarasca? polla? cipote? guasca? lechuza?

Dra- �Lechuza?

P- S�, lechuza?

Dra- Muy bien. �Algo m�s?

P- No. Por ahora no.

Dra- Est� bien, Patroclo. Ok. Por supuesto que me falta analizar esta secuencia de palabras m�s en profundidad, pero a primera vista?me parece que?

P- �Qu�, Doctora? �Tengo algo grave?

Dra- Creo que tu inconsciente est� filtrando ciertos contenidos tab�es en tu conciencia, y en ese paso de un lugar a otro de la psiquis, la libido termina formando estalactitas verbales que obstruyen el flujo del lenguaje, y por lo tanto, el movimiento mismo de tu pensamiento. Est�s atrapado, obnubilado por un deseo que no resulta claro ni para ti mismo.

P- �Y qu� le parece que haga, Doctora?

Dra- Debes viajar lejos. Poner distancia entre tus problemas y t�, y respirar el aire de otras tierras, otras civilizaciones, orar en templos de dioses desconocidos?

P- �Y la guerra de Troya?

Dra- Mira, Patroclo. T� no puedes hacer nada para ganar esa guerra. Deja que eso lo resuelvan Pr�amo, H�ctor, Aquiles, Menelao, y todos los cabrones esos. T� eres un poeta, est�s para otra cosa.

P- Est� bien, Doctora.

Patroclo se levanta del div�n y sale del consultorio.

Tel�n

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Sexto Acto

Tristeza, Separaci�n.

Aquiles y Patroclo en la tienda, est�n separando sus pertenencias, y Aquiles pone sus cosas en una valija que est� abierta junto a la mesa.

A- Bueno, estos pantalones me los llevo yo. Vos est�s muy gordo y ya no te entran.

P- Llev�telos si quer�s. De todas maneras son tuyos. Te los regal� para nuestro quinto aniversario. �Te acord�s de aquella noche?

A- �C�mo olvidarla? Me acuerdo que tomamos tanto licor que terminamos d�ndole una serenata porno a mi vieja.

P- ��S�!! Y tu viejo nos quer�a matar. �Te acord�s cuando sali� despu�s con una espada a amenazarnos? ?��Los voy a matar a los dos, putos de mierda?, nos dec�a.

Risas.

A- �Y te acord�s que despu�s, cuando nos robamos el carruaje de mi viejo para escaparnos vos te vomitaste por todo el camino? ��Qu� cerdo!!

P- ��S����!! Jaa. Pero vos tambi�n te vomitaste entero. Acordate que cuando llegamos a casa no pod�amos caminar, y nos resbal�bamos en el pasillo, est�bamos los dos embadurnados en nuestro propio v�mito.

A- Fue divertido todo aquello, �no? Cada vez que vomite me voy a acordar de vos.

P- �Y con Lowanne ya vomitaron juntos? �Perd�n! ��Perd�n por preguntar!!

A- Est� bien, no importa. �La cacerola grande la vas a ocupar?

P ? No, llev�tela. Pero el colador dej�melo. Lo voy a seguir necesitando unos d�as.

A- �As� que te vas de viaje?

P- S�, me lo recomend� mi terapista, y tiene raz�n. Estoy muy estancado ac�. Necesito ver nuevas caras. Ya estoy hasta las pelotas de Menelao, Arquelao, H�ctor, Ulises, Helena, etc. Etc. Etc.

A- �Y d�nde te pens�s ir? Dicen que �frica est� buena en estos meses. No hace tanto calor, y las playas est�n de puta madre.

P- Quiero ir al Asia Menor. Quiero estudiar matem�tica.

A- Est� bien, vos ten�s mucho potencial para eso. Siempre me acuerdo de cuando me recitabas la tabla del cuatro en la oreja?

P- ��Aquiles!! ��No te acord�s de eso, por favor!! Ahora ya ten�s a alguien que te recitar� todos los numeritos que t� quieras.

A- Perd�n, perd�n. A veces no s� ni lo que digo.

P- La espada de He-Man que te regal� tambi�n te la puedes quedar. La vas a necesitar. Espero que cuando le cort�s la cabeza a H�ctor con esa espada te acord�s de m�.

A- Seguro me acordar� de vos.

P- Muy bien. Ahora, las cartas me las quedar� yo.

A- Pero? �Todas las cartas?

P- S�, me llevo todas las cartas. Ac� est� la carta en la que me declaraste tu amor (muestra una carta en un sobre de color azul, o rojo). Hay una postal que me mandaste desde Jonia, y todas las cartas que yo te escrib�.

A- Pero �no te parece que yo me deber�a quedar con algunas de esas cartas?

P- No, no me parece. Me las llevo yo. En cuanto al oso?

A - (Levantando en sus manos un oso de peluche). Bueno, Patro, el oso te lo regal�, es tuyo.

P- Eso quer�a decirte. Quiero que te llev�s el oso. No lo quiero ver m�s.

A- Pero?no entiendo. Yo te lo regal�.

P- S�, pero no quiero verlo. Si no te lo llev�s vos, lo tiro a la mierda.

A- Par� un poco, el pobre osito no tiene la culpa de nada. �Qu� vas a ganar con tirarlo a la basura?

P- Llev�telo. D�selo a Lowanne.

A- Patro, por favor. Tengamos la separaci�n en paz, �s�? Dijimos que no habr�a m�s reproches.

P- No es un reproche. Pero ese oso (lo se�ala con el dedo) simboliza toda tu traici�n.

A- Est� bien, pero el traidor fui yo, no el oso. Yo no quiero llev�rmelo. �Qu� van a decir Pr�amo y H�ctor cuando me vean en medio de la guerra cargando con un osito de peluche? ��Se me van a cagar de risa!!

P- Ya te he dicho m�s de una vez que no hay que prestarles atenci�n a los troyanos y sus habladur�as. El oso te lo llev�s vos, y esa es mi �ltima palabra. (le pone el oso en la valija).

A- No, no y no. El oso te lo regal� y ac� se queda. Me molesta que menosprecies algo que te regal� con toda mi alma. (saca el oso de la valija).

P- Cortala, Aquiles? (Vuelve a poner el oso en la valija. Comienzan a forcejear). No estoy menospreciando nada. Tampoco te habr� salido tan caro. Es peluche de segunda calidad, �o te cre�s que no me di cuenta cuando me lo regalaste? �Cu�nto pagaste por ese oso de mierda?

A- �Oso de mierda? ����Oso de mierda has dicho?!!! ���Repetilo!!! ���Repetilo!!! (vuelve a sacar el oso de la valija).

P- ����Oso de mierda!!!! ���Oso de mierdaaaaa!!! (Grita). �As� te gusta o grito m�s? (Vuelve a poner el oso en la valija).

Ambos contin�an forcejeando, cada uno tira de una extremidad del oso, hasta que se rompe. Caen al suelo. Se insultan, se tiran del pelo? m�s gritos.

FIN

Maximiliano S�nchez

el interpretador acerca del autor

Maximiliano S�nchez

Para saber m�s acerca del autor, ver
Las chicas de letras se masturban as� XVII


Direcci�n y dise�o: Juan Diego Incardona
Consejo editorial: In�s de Mendon�a, Camila Flynn, Marina Kogan, Juan Pablo Lafosse, Juan Marcos Leotta, Juan Pablo Liefeld
secci�n artes visuales: Juliana Fraile, Florencia Pastorella
Control de calidad: Sebasti�n Hernaiz

Im�genes de ilustraci�n:

Margen inferior: Richard Mueleer, Little Levitating Marsha (detalle).